Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco manifestó hoy su cercanía con las poblaciones afectadas por el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que golpeó la provincia de Manabí, al noroeste del país, dejando al menos 77 muertos y casi 600 heridos.
Francisco hizo referencia al movimiento telúrico, ocurrido la noche del sábado en Ecuador, durante el rezo del “Regina Coeli” (Reina del cielo), la bendición que impartió desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
Lamentó las “numerosas víctimas y daños” y apuntó: “Rezamos por aquellas poblaciones, y también por las de Japón, donde ha habido algunos terremotos en estos días. La ayuda de Dios y de los hermanos les de a ellos la fuerza y el sostén”.
Más adelante mostró su cercanía con “tantas familias” preocupadas por los problemas de trabajo y dedicó un particular pensamiento a las situaciones precarias de trabajadores italianos de los “call center” (los centros de atención telefónica).
“Deseo que, sobre todo, prevalezca siempre la dignidad de la persona humana y no los intereses particulares”, indicó.
Antes del “Regina Coeli”, Jorge Mario Bergoglio reflexionó sobre el pasaje bíblico del buen pastor y aseguró que nadie puede decirse seguidor de Jesús si no escucha su voz, como el mismo Cristo refirió en la parábola de las ovejas.