Ambos partidos del Senado rechazaron ayer los planes de sus adversarios políticos para mantener un mayor control de las armas de fuego, ocho días después de que la masacre de Orlando intensificó la presión sobre legisladores para que actúen. Pero éstos se encuentran en una parálisis por año electoral, incluso en la propuesta de restringir las armas de fuego para terroristas.
Se rechazaron propuestas de ambas partes para evitar que terroristas obtengan armas de fuego, y otra más para mejorar el sistema existente de revisión de antecedentes para la compra de armas.
Con las galerías del Senado inusualmente llenas de visitantes para una tarde de lunes, los legisladores votaron 53-47 a favor del plan republicano de revisión de antecedentes y 44-56 a favor de la versión demócrata. Ninguna alcanzó los 60 votos necesarios para avanzar.
Los demócratas dijeron que las propuestas del Partido Republicano eran inaceptablemente débiles, mientras que los republicanos reprocharon a los demócratas que sus planes eran demasiado restrictivos.
La situación puso de relieve la presión en cada partido para ceder un poco en el emotivo asunto de las armas ante la elección presidencial y legislativa a realizarse en noviembre. También puso de relieve el poder de la National Rifle Association, la cual urgió a su enorme y feroz membresía leal a cabildear ante senadores para oponerse a las iniciativas de ley demócratas.
“Los republicanos deberían estar avergonzados, pero no lo están”, dijo el legislador demócrata Harry Reid, líder de la minoría en la Cámara Alta. “Los republicanos deberían anteponer las vidas de estadounidenses inocentes a la NRA”.