CDMX.- El último mensaje de Timo Contreras, uno de los precursores del jazz en México y compositor de “Aunque pasen mil años”, lo mostraba presumiendo un café y agradecido de estar sano y salvo.
“Buen día para todo con mis mejores deseos”, escribió en su cuenta oficial de Facebook.
Quince horas después, pasados minutos de la media noche de hoy, en la misma cuenta se informó del fallecimiento del músico.
“Se detuvo el corazón de nuestro amado Maestro”, se comunicó.
Varios usuarios comenzaron a enviar sus condolecias a Monna Conti, su viuda, quien se hizo cargo de la red social.
“Ahora él seguirá haciendo jazz con los ángeles y serafines”, redactó Manuel F. Castro.
“Lamentable pérdida de una gran leyenda del jazz, con cariño lo recordaremos como lo que fue, un grande”, indicó por su parte Jorge Manuel Rosales.
Apenas el martes el nacido en Chihuahua hace 97 años preguntaba si todos estaban bien después del sismo que azotó a la Ciudad de México, con epicentro en Guerrero.
“Qué tal ustedes maestro. Acá todo bien”, fue una de las respuesta recibidas.
Tino consolidó 77 años de carrera como compositor, jazzista, betarista,. pianista, trompetista y vocalista, lo cual le permitió grabar 58 discos. Realizó giras artísticas por países como EU, Turquía y Grecia.
Debutó a los ocho años de edad tocando la batería en una orquesta profesional de su entidad natal y a los 11 comenzó estudios de piano, tiempo en el cual era llamdo por distintas orquestas como la de Pepe Montañéz de la Güera Nich con las cuales recorrió la Sierra Tarahumara.
En 1939 fundó el grupo Los Cadetes del Swing y cuatro años después creó la Orquesta de la Juventud que integraba la estación XEJ de Ciudad Juárez.
En 1946 fue su despegue nacional pues fue contratado por la Orquesta de Paco Miller acompañando a miembros de la comunidad artística como Pedro Infante, Germán Valdés “Tin Tán” y María Victoria. Posteriomente se integró a la Orquesta de Luis Arcaraz con la que recorrió Latinoamérica.
En EU alternó en festivales al lado de los jazzistas Duke Ellington, Dave Bribeck, Louis Hayes y Roland Kirk.
Su sobrina Mindy Caldera le dedicó un mensaje acompañado de emojis de corazón roto y cara triste.
“Descansa en el paraíso Tío. Eres realmente una inspiración. Te queremos”, apuntó.
(EL UNIVERSAL)
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