Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque ten paciencia. Nada más cierto en este tiempo electorero a la presidencia de la república en que las grandes potencias políticas blanquiazules y tricolores están en la lona ante un poderío morenista que parece avasallarlo todo.
Con todo y que como le dijeran al Lazarillo de Tormes: “Lázaro, ya es tarde, y de aquí a la plaza hay gran trecho” curiosamente López Obrador ha tomado una delantera que ha hecho que muchos de sus seguidores se sientan victoriosos antes de tiempo.
Ni qué decir de Ricky RiquínCanallín, como llamara el líder de MORENA a Ricardo Anaya en el reciente debate. Apenas hubo terminado la contienda pública y se fue a celebrar con sus seguidores alzando pancartas en las que se decían ganadores.
Del plato a la boca se puede caer la sopa, eso lo sabe muy bien el líder morenista luego de dos derrotas previas. Aunque eso de derrotas está por analizarse cuando el sistema corrupto en el que sobrevivimos bien pudo haber malogrado la elección. Expertos para hacerlo lo son y eso también lo tiene muy comprobado el fundador del PRD CuauhtémocCárdenas Solórzano, quien también fuera tres veces candidato a la presidencia de la república.
A poco más del mes, bueno menos, casi dos meses, para lo que serán las elecciones a presidente de nuestra gloriosa nación, los precandidatos ya han vaciado casi toda su violenta cartuchera unos contra otros. Las cruentas acusaciones con las que se han vituperado verbalmente ha sobrepasado la honorabilidad. No es difícil advertir que como en cada sexenio, esta lucha por el poder se ha convertido en todo un evento circense en el que el más débil cae del trapecio si no agarra con destreza el columpio que se le ha ofrecido para balancearse. Margarita Zavala dejó el espectáculo al darse cuenta que caminar sobre una enorme pelota llamada “Machismo” nada podía lograr. De buena manera dejó las tablas y dijo adiós manifestando que ante las encuestas nada tenía que hacer ahí y que lo mejor era declinar en favor de los otros candidatos con más fuerza. A ojo de buen cubero todo mundo sabe que le faltaron los consejos de Hillary que con todo y que tenía en su contra al fastuoso magnate neoyorkino, no cejó en la batalla y arremetió con potencia hasta el final. Perdió, eso todos lo sabemos, pero en ningún momento se vieron señales de cobardía y mucho menos de dar un paso atrás.
Con todo y que el tramo que resta para lo que será el primero de Julio es medianamente largo, muchos ya han dado por ganador al candidato del blanquiazul y otros al tricolor. Muchos dicen que el Bronco dará al final la zancada más larga mientras que una gran mayoría dan por ganador al que casi han convertido en todo un ídolo de peregrinación.
Las elecciones se han convertido en un tender topic más por el escándalo populista que por lo valores que cada candidato propone. Es bien sabido que los debates han dejado mucho a deber pues lo único que se evidencia en ellos es una clara guerra de egos. Es triste ver que un debate que debía haber sido para que los mexicanos escucháramos los ofrecimientos a favor del país, muchos se abocaron en ver las fallas de sonido, las expresiones de uno o de otro, los errores al hablar, las posiciones de brazos o pies para convertir todo eso en tontos memes. Se le ha dado el valor nimio a lo importante. Así de torpe es el cerebro de muchos connacionales cuando los asuntos de la nación no le apetecen.
Las deliberaciones 2018 se han convertido en eyacuelecciones tan precoces que muchos ya imaginan a su gallo cualquiera que este sea, habitando Los pinos. Bueno, aunque es bien conocido que López Obrador ha dicho en más de una ocasión que ese sitio está embrujado y que por nada del mundo lo ocupará. Pero eso sí. Ha prometido convertir ese histórico recinto de roedores en un palacio de las artes.
Lo que ha causado esta eyacuelección precoz son las encuestas que los especialistas hacen para tentar el agua política en el país. Al día de hoy y después del debate, las cifras hicieron saber según un sondeo telefónico, que el tabasqueño despuntó sobre sus rivales por mucho. Claro, las redes sociales hicieron lo propio y cada uno con sus candidatos haciéndolos vencedores.
Sea como fuere y a tan poco tiempo, la guerra intestina en este país convulsionado por las injusticias y la saciedad de tragarse todo ha dado mucho de qué hablar allende las fronteras. No es nada raro, si los aztecas hacían sacrificios extrayéndoles el corazón a sus enemigos, no nos extrañe que, como hemos sabido vía noticiosa, candidatos a alcaldías, diputados y otros líderes políticos estén apareciendo aquí y allá asesinados como si fueran fichitas de tiro al blanco en la feria.
País de líderes con tendencia al canibalismo y a la actitud carnavalesca. Todos y cada uno de los candidatos se han estado proclamando ganadores mucho antes de tiempo, sí, tan precoces y de ensoñaciones húmedas como un inexperto adolescente en su primera cita romántica. Adieu.
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