Monterrey.— La operación que realizaron médicos del Hospital Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León a María Pura Porras Gómez, conocida como Purita, para reconstruir su mano derecha resultó un éxito.
La cirugía que separó los dedos de su extremidad, un problema que presentan los pacientes de la enfermedad epidermólisis bullosa —comúnmente llamada piel de mariposa— permitirá que tome objetos como un lápiz, asir la manija o perilla de una puerta, o la chuchara a la hora de tomar sus alimentos, explicó su madre, Claudia Gómez González.
La intervención tardó cinco horas, y previamente Purita tuvo que ser sometida a una transfusión sanguínea de dos unidades, ya que presentaba un bajo nivel de hemoglobina de 5.5 gramos por decilitro de sangre, cuando lo normal sería de 12 a 16 gramos, comentó Gómez González.
“Ahora viene lo bueno, que es cuidar el proceso de cicatrización de su mano”, y evitar que contraiga alguna infección. Confió en que hoy puedan acudir a su primera cita para revisión y evaluación médica; deberán permanecer un mes y medio en esta ciudad para acudir a chequeos periódicos de hasta tres veces por semana.
Su madre explicó que en caso de que los doctores se lo permitan, viajarán a Ciudad Victoria, Tamaulipas, de donde son originarias, el próximo 21 de diciembre, ya que tienen programado un evento de beneficencia, pues se seguirá erogando dinero y recursos en viajes, tratamientos y cuidados especiales.
Si los médicos no autorizan el viaje, señaló, ya están mentalizadas a que pasarán Navidad y Año Nuevo en Monterrey, gracias a que consiguieron alojamiento en la Fundación Debra México, que tiene una sede en la colonia Azteca, del metropolitano municipio de Ciudad Guadalupe.
Expresó que gracias a la comprensión y apoyo de las autoridades de la Secretaría de Educación de Tamaulipas consiguió un permiso con goce de sueldo para permanecer a lado de su hija en Monterrey, todo el tiempo que sea necesario.
En el Hospital Universitario, comentó, le informaron que tendrán consideraciones especiales en cuanto a la cirugía que se le practicó a Purita, mientras que la Fundación Debra les proporcionó alojamiento, además de apoyarlas con materiales de curación y un medicamento que tiene un costo de ocho mil pesos.
La mujer reiteró su agradecimiento a EL UNIVERSAL, pues afirmó que al haber difundido la historia de su hija, se han desencadenado lo que consideró “muchos milagros”.
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