ESTADOS UNIDOS.- Cuando Lucy Walker estrenó su desgarrador documental sobre los incendios forestales de California, Bring Your Own Brigade, en Sundance en 2021, fue durante el pico de la pandemia de covid-19. No fue el mejor momento para una película sobre un flagelo totalmente diferente.
“Fue realmente difícil”, dice ahora la cineasta nominada al Oscar. “No culpo a la gente por no querer ver una película sobre los incendios en medio de la pandemia, porque era demasiado horror”.
Ahora, con los devastadores incendios forestales que han causado estragos en Los Ángeles, la gente puede ser más receptiva a las lecciones que Walker aprendió mientras hacía la película, con su urgente muestra del costo humano de los incendios y sus preguntas difíciles y cruciales para el futuro.
“Este es probablemente el momento en el que se vuelve innegable”, dijo la cineasta en una entrevista la semana pasada, luego de ser contactada por The Associated Press para brindar sus reflexiones sobre el desastre en curso a la luz de lo que aprendió.
Añadió: “Parece como si la gente ahora estuviera haciendo la misma pregunta que yo hacía hace unos años: ‘¿Es seguro vivir en Los Ángeles? ¿Por qué sucede esto y qué podemos hacer al respecto?’ Y la buena noticia es que hay algunas cosas que podemos hacer al respecto. Lo complicado es que son realmente difíciles de lograr”.
¿De qué trata y dónde ver el documental?
En Bring Your Own Brigade, disponible en Paramount+, Walker retrata con detalles a veces aterradores la devastación causada por dos incendios forestales el mismo día de 2018, productos del mismo evento de viento: el Camp Fire que devoró la ciudad de Paradise, en el norte de California. y el incendio de Woolsey en Malibú, dos ciudades en extremos opuestos del espectro político y económico.
Se integra con testimonios de los bomberos y explora las vidas de los lugareños afectados por el incendio. Asimismo, comparte desgarradoras imágenes tomadas con teléfonos celulares de personas conduciendo a través de columnas de fuego que explotan mientras intentan escapar, gritando “¡No quiero morir!”, y reproduce llamadas al 911 en las que personas piden en vano que las rescaten mientras el fuego arrasa sus patios traseros o invade sus hogares.
Transmite un mensaje en capas: los incendios devastadores en California son cada vez más inevitables. El cambio climático es un claro factor acelerador, sí, pero no es el único, y ahí reside un elemento de esperanza: hay cosas que la gente puede hacer si empiezan a tomar decisiones diferentes (y difíciles), tanto en dónde como en cómo elige vivir.
“Solo hace falta un incendio”
“La complacencia surge cuando no ha habido un incendio durante algunos años y empiezas a pensar que tal vez no vuelva a ocurrir”, dice Walker.
Incluso afectó a la propia Walker hace unos meses. Eligió vivir en la frontera entre Venice y Santa Mónica; demasiado asustada, dice, para vivir en las encantadoras zonas montañosas de la ciudad con pequeñas carreteras sinuosas, rodeada de naturaleza y vegetación, cerca de los cañones que arrasan los incendios forestales.
Pero hace unos meses, empezó a preguntarse si la excesiva ansiedad por los incendios forestales había influido incorrectamente en su elección. Y luego, por supuesto, vino la catástrofe de Palisades: “este terrible recordatorio de que solo hace falta un evento (incendio)”, dice.
Los bomberos
Walker se interesó en hacer una película sobre incendios forestales después de llegar a la ciudad y preguntarse si estaba a salvo. “¿Por qué está ardiendo la ladera? ¿Por qué la gente sigue conduciendo?” Consideraba los incendios como “un problema medieval”.
Una cosa que aprendió durante el rodaje: los bomberos son más impresionantes y valientes de lo que pensaba. “Si quieres ver a un bombero con el corazón roto, es cuando quiere hacer más”, dice. “Me quedé absolutamente impresionado por lo increíblemente desinteresados y brillantes que son”.
No es que el público no estuviera enojado con ellos: su película muestra a residentes enojados de Malibú, por ejemplo, reprendiendo a los bomberos por no hacer lo suficiente.
Una de las partes más sorprendentes de Bring Your Own Brigade (el título es una referencia a la desigualdad económica de los propietarios de viviendas adinerados o de celebridades como Kim Kardashian que contratan bomberos privados) es observar la reacción de los bomberos en una reunión municipal en Paradise, donde 85 personas habían muerto en el incendio.
Se reunieron para discutir la adopción de medidas de seguridad. Pero, una por una, las medidas son rechazadas, incluso las más simples, que exigen una barrera alrededor de cada casa donde no haya nada inflamable. La seguridad pasa a un segundo plano frente a la elección individual.
“Fue muy impactante estar en esa reunión en particular, dado que la gente había muerto de la manera más horrible en esa comunidad. Hay bomberos con lágrimas en los ojos que dicen: ‘Esto es lo que necesitamos que suceda para mantenernos seguros’, y luego son rechazados”.
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