Donald Trump siente que su país, copulado por ingleses, corre a campo traviesa como una mujercita buscando ponerse a salvo de un obsceno violador que por años la ha acosado. Un perseguidor que muy a su ver, amenaza con, ya no sólo quebrantarla moralmente, sino peor todavía, desmembrarla muy al estilo cártel mexicano.
El marido de la bellísima Melania, asechado por sus propios demonios, está mucho más que aterrorizado de ver a su pomposo país invadido y deshonrado en una violación multitudinaria a manos de una horda de incultos y salvajes latinos. Por lógica y para coraje del millonario, un alto porcentaje de migrantes son aztecas y por consiguiente, el espermatozoide que llegaría primero al ovulo de la Monroe y en la mejor recámara de La Casa Blanca, sería el de un mexicano. Tener a un bastardo con sangre de un tal “Juan” injertado en su “finísima piel”es lo menos que el dictador desearía.
Trump no desea otra cosa que volver virginal a una mujer que ha tenido tantos descendientes como Abraham y penetrada por tantos países como amantes a Lucrecia Borgia. Volverla a un estado de pureza y virginidad es imposible cuando su riqueza y presunción invita al pecado. Esa nación progresista es como esa bella mujer que va por el malecón haciendo gala de sus alzados pechos y un cuerpo abastecido de delicias. En la práctica es imposible no virar el rostro. No sólo se le admira, también se le codicia.Estados Unidos es invadido por eso, por sus progresos y sus bonanzas. Todo mundo quiere comer de sus viandas y mientras siga así de exhibicionista, los violadores y arribistas continuarán llegando hasta esa bella dama de cabello rubio hasta en balsa como los cubanos.Estados Unidos ha sido por muchos años un antojo a cualquier país subdesarrollado. Es la Meca del que desea progresar y vivir cómodamente. Es ilógico no ser apetecido si vas por el mundo exhibiendo tus posesiones.
En pleno 2018 el esperma latino mucho ha penetrado territorio trumpeño que sus hijos pueden verse por doquier. Su diversidad de razas es tanta que el rubio ha ido quedando opacado. Hoy sabemos que después de Obama, por su color, hasta un chino o guatemalteco nacionalizado gringo podría ser presidente de esa nación.
Por siglos dicho país se ha vistoirrumpido por copulaciones latinas y euroasiático africanas. Alegóricamente podríamos hasta decir que esa mujer anglosajona tiene mucha más fijación por los negros, tal vez sea por su tamaño, pues una gran mayoría de sus ciudadanos posee esa notable tonalidad cutánea.
Ningún país está preparado para combatir la migración. México es invadido de a diario por cientos de centroamericanos porque es paso obligado en el camino hacia el Sueño Americano. En más de una ocasión Trump ha dicho quela problemática nómada hacia su tierra radica en el nulo interés de México por vigilar su frontera sur. México es como una chica liviana con amantes sin compromiso. Llegan, pasan sobre ella, degustan de sus abundantes placeres y luego se van. La damisela gringa igual lo ha sido, pero de un modo más aristocrático. Hoy que Trump ve que los latinos han dejado de ser minoría, ha prometido que de no dar buenos resultados la implementación del muro, sellará definitivamente la frontera. Lo que no sabe es que para los latinos y en especial para los mexicanos, ni la pastilla del día siguiente y ni la mejor marca de condones podrán impedir que el esperma migratorio siga dándole de cabezazos a la delgada capa ovular de esa frontera sur de los Estados Unidos.
La pobreza y la mala administración de una naciónson el origen de la migración y la pobreza. No hay país que no posea una riqueza natural capaz de alimentar a sus pobladores. Tan simple, México ha sido llamado el Cuerno de la abundancia. Desde Tijuana hasta Mérida su riqueza no tiene parangón. Los mismos japoneses que por negocios visitan nuestro país han dicho que es un verdadero desperdicio tener tanto territorio y no trabajarlo. Con todo y eso el país vive, si no en la miseria, sí al borde de ella.
Muchos países nórdicos no se preocupan por cuestiones de abastecimientos o malas políticas. Ni siquiera son noticia. No lo son porque viven en una comodidad causada por el buen manejo de sus dineros y beneficios naturales.
Mientras Estados Unidos de Norteamérica siga exhibiéndose como conejita de Playboy, no habrá pupila latina o extranjera que no desee otra cosa que llegar a aparearla. No hay frontera física ni emocional que pueda parar los sueños del ser humano, por más húmedos que estos sean, por llegar a los brazos de esa rubia despampanante que son los Estados Unidos. No será Trump ni ningún otro mandatario por más sangre de dictador que posea, que haga una frontera lo suficientemente infranqueable, que un latino con sueños no pueda sortear. Como ciudadano de un Estado fronterizo escucho historias de este tipo que se cocinan día con día y a fuego lento a lo largo y ancho de toda nuestra frontera norte. Adieu.