La normalidad se estableció en el Grupo B, con España y Portugal a la cabeza, luego de que La Roja pasara los momentos más aciagos de su estadía rusa gracias al autobús iraní, pero al final con un triunfo de 1-0 que les vale oro.
Los del Medio Oriente fueron tan apabullantes en la grada como ultradefensivos en la cancha y le plantearon al equipo de Fernando Hierro uno de sus partidos más difíciles, con todo el balón que querían pero sin el menor de los espacios.
Con línea de seis para defenderse, Irán celebraba como campeonato apenas un tiro de esquina. Mientras, España intentaba por cada una de las bandas, poco desde lejos –quizás su único error– y el porcentaje de posesión al medio tiempo hablaba de lo que era el partido: 73 por ciento para La Roja.
Ejemplo de eso fue una oportunidad que tuvo Andrés Iniesta casi al descanso, con el balón en el área chica, pero sin poder siquiera tomar impulso para rematar porque al instante le cayeron decenas de piernas iraníes. Antes de ello, solo habían estado cerca con una media vuelta de David Silva, quien en la compensación tuvo otra de peligro.
Pero en el complemento Irán se vio sumando un punto, se sintió más confiado y, error, se abrió un poco. Ahí empezó el toma y daca, con un remate que le desviaron a Piqué e Irán rescató casi en la línea, y un disparo de Sergio Busquets que atajó con un gran lance el portero Ali Beiranvand.
Motivados por el apoyo ensordecedor, Irán gritó dos goles pero ninguno lo fue. El primero por la ilusión óptica en el remate del “10”, Karim Ansarifard, que pegó por fuera de las redes al 52’, y el otro por un tanto que el VAR les anuló al 62’ por fuera de lugar.
Fue el momento más cruel para Irán, que ya había cantado a todo pulmón el tanto del empate. Porque seguramente les dolió más esa anulación que el 1-0 sufrido al 54’ de manera fortuita.
Tras los dos goles a Portugal, Diego Costa llegó a tres en el Mundial, esta noche gracias a que Ramin Rezaeian intentó despejar un pase de Silva pero con mala fortuna, pues rebotó justo en el delantero directo hacia las redes.
Irán había celebrado el viernes su primer triunfo mundialista desde 1998 y con esa inspiración intentaron la igualada al final. En dos jugadas le pegaron tremendo sustos a España, sobre todo con un cabezazo de desperdició Mehdi Karemi, con la pelota franca frente a De Gea luego de un centro que nació por un túnel que le hicieron a Piqué.
Irán estuvo a nada de ligar dos partidos sumando, pero se impuso el oficio de España, que junto a Portugal es líder del Grupo, con 4 puntos cada uno, por 3 de Irán y 0 de Marruecos. En la última Jornada, la Roja jugará contra Marruecos y Portugal frente a Irán, con la mesa puesta para que solo definan al primer puesto para Octavos de Final.
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