Mariano Rajoy no ha sumado ni un sólo diputado en la primera ronda de negociaciones para ser investido presidente de España. Las ásperas formas del Partido Popular en su último gobierno le siguen pesando a la hora de encontrar un aliado que vote a favor de la reelección de Rajoy. Ni el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ni la centroderecha de Ciudadanos quieren asumir el coste político que tendría apoyarlo.
Rajoy no consiguió convencer este miércoles a Pedro Sánchez, líder del PSOE, ni el martes a Albert Rivera, de Ciudadanos. El programa de cinco puntos que les propuso no incluye apenas concesiones, sino llamadas “a la responsabilidad” para evitar unas terceras elecciones e ideas generales sobre pactos “moderados”.
El presidente en funciones quiere cerrar un gobierno antes de fines de agosto, pero ayer avisó que, si no tiene garantizados los apoyos para su investidura, no se prestará a la humillación de un voto negativo en el Congreso.
Tras su reunión con Rajoy, Sánchez dejó una estela de incógnitas sobre cuál será la estrategia del PSOE si Rajoy (con 137 diputados) no suma los 176 escaños necesarios para la mayoría absoluta. El líder socialista insistió en que “a día de hoy” los 85 diputados del PSOE no votarán a favor de Rajoy ni se abstendrán. No ha dicho si intentará forjar una mayoría alternativa si el líder derechista fracasa. “La democracia tiene sus tiempos, y ahora es el de Rajoy”, respondió.
Rajoy le entregó un documento con sus cinco propuestas de pactos en empleo, reforma fiscal, educación, asuntos sociales y fortalecimiento institucional. Sánchez rehusó sumarse. “El señor Rajoy tiene que buscar a aliados potenciales y entre [ellos] no está el PSOE”, declaró.
Ciudadanos ha señalado que no apoyará a Rajoy en primera votación (cuando para ser presidente se necesita una mayoría absoluta) pero que, con tal de desbloquear la crisis política, se abstendría en segunda votación (cuando sólo se requieren más votos a favor que en contra). Pablo Iglesias, de Podemos, insistió en su oferta a Sánchez de formar un Ejecutivo de izquierdas.