Escocia rechaza romper con Europa y busca un referéndum

Efectos del Brexit es el indicio de un quiebre serio en el Reino Unido. En dos días, su premier, Nicola Sturgeon, irá a hablar con los líderes de Bruselas.

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Foto: Agencia

La integridad del Reino Unido está en duda en esta perfecta tormenta antieuropea y una nueva Gran Bretaña comienza a nacer al compás del divorcio con la Unión Europea. Con un amplio triunfo del “Remain” o quedarse en Europa, Escocia esta dispuesta a establecer relaciones directas con la UE para seguir siendo parte de ella y analiza la posibilidad de convocar a un referéndum por segunda vez por su independencia. Un procedimiento que requiere una legislación y tiempo. Su primera ministra, Nicola Sturgeon, anunció, en la mañana del postreferéndum, que el reino va a continuar siendo europeo. En las próximas 48 horas se reunirá con los líderes europeos en Bruselas.

“Es una declaración de obviedad que un segundo referéndum (por la independencia) debe estar sobre la mesa y va a estar sobre la mesa”, advirtió la primera ministra Sturgeon a Londres. Una amenaza que se suma al llamado a la convocatoria a un referéndum en Irlanda del Norte de los católicos republicanos. Es para cumplir con el sueño de una Irlanda unida con el Sur, como lo prometían los acuerdos de paz del Viernes Santo. No quieren que la frontera europea termine en el borde del ahora pacificado Ulster. Y éste es un caso dramático porque puede reavivar las tensiones entre católicos y protestantes, que se habían calmado tras el acuerdo del Viernes Santo. El caso Irlanda es más explosivo aún que Escocia. Solo Gales apoyó abiertamente el “Brexit” o irse de la Unión.

La primera ministra Sturgeon convocó hoy a una conferencia de prensa, luego de que en su región se impusiera el Remain con un 62% a favor contra el 38% para las filas del Brexit. Para ella, estos resultados “representan un cambio material y significativo en las circunstancias en que Escocia votó por la independencia dos años atrás” y perdieron los nacionalistas proindependistas. Esta vez ganarían fácilmente y ella no lo convocará si no tiene la certeza del triunfo, después de la anterior derrota de 2014.

“Yo intento tomar todos los pasos posibles y explorar todas las opciones posibles sobre cómo afecta a la gente en Escocia este voto. En otros palabras para asegurar nuestra contínuo lugar en la Unión Europea y en el mercado único en particular”, anunció, elegante con su tailleur colorado.

“Desafortunadamente, por supuesto, los resultados de ayer en Escocia no tuvieron eco a lo largo del Reino Unido. El amplio voto británico para irse de la Unión Europea es uno que yo lamento profundamente”, dijo la primera ministra. “El voto a lo largo de Inglaterra y Gran Bretaña fue un rechazo a la Unión Europea y un signo de la divergencia entre Escocia y grandes partes del resto de Gran Bretaña y cómo nosotros vemos nuestro lugar en el mundo”, aseguró.

Sturgeon, la primera mujer primera ministra de Escocia por los nacionalistas independentistas del SNP, explicó que mucha gente que no votó en el referéndum por la independencia se acercó para informarle que votarían ahora por esa opción. Recordó que, en el referéndum de 2014, el grupo Better Together consiguió imponerse argumentando que la mejor manera de asegurarse la permanencia en la Unión Europea era votando para no independizarse de Gran Bretaña. Por eso perdieron los independentistas las consultas.

El gobierno escocés se va a reunir hoy para debatir cuáles son los pasos a seguir .No es un camino fácil y exige legislación y una nueva convocatoria a un referéndum, que no puede ser tampoco inmediata. Constitucionalmente Escocia es parte del Reino Unido y de la Unión Europea. Si Gran Bretaña votó irse, su región eligió quedarse. Ese será el argumento para convencer a los funcionarios en Bruselas de que Escocia no tiene que volver a postularse porque nunca se fue. La decisión será un precedente jurídico en la UE, que seguramente será ampliamente debatido. Pero probablemente eso vuelva innecesario llamar al referéndum.

Si Escocia se separa de Gran Bretaña, habrá controles fronterizos entre ambos países, cuando Inglaterra es su principal socio comercial. La reina Isabel también es la soberana de Escocia, con su propio palacio en Edimburgo y en Balmoral, donde pasa sus vacaciones de verano. Otro tema a debatir.

“Después de una campana caracterizada en el resto de Gran Bretaña por miedo u odio, mi prioridad en estos días, semanas y meses será actuar en los mejores intereses de Escocia y en una manera que nos una y no nos divida”, aclaró la primera ministra Sturgeon.