Endurecen castigo a hombre que “se casó” con niña de 6 años en Turquía

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TURQUÍA.-  Un tribunal de Turquía ha elevado de 30 a 36 años la pena de prisión impuesta a un miembro de una cofradía fundamentalista que se “casó” con una niña de seis años de edad con el acuerdo de su padre, también condenado.

El hombre había sido condenado a 30 años de cárcel en octubre pasado, una pena recurrida por la Fiscalía por considerarla demasiado leve y ahora reemplazada por dos penas, una de 21 años por abuso sexual infantil continuado, y otra de 15 años, por agresión sexual con agravantes.

Por otra parte, los jueces rebajaron la pena del padre de la menor, de 20 años a 18 años y 9 meses, pese a que la Fiscalía había solicitado elevarla hasta los 47 años.

El tribunal emitió también una orden de busca y captura para la madre de la víctima, condenada en octubre pasado a 16 años por colaborar con el abuso, pero en paradero desconocido, mientras que los otros dos acusados ya se hallan en prisión.

El caso causó un enorme escándalo en Turquía hace dos años, al saberse que el padre de la niña y creador de la fundación religiosa Hiranur, había entregado en 2004 a su hija, entonces de 6 años, en “matrimonio” a un profesor coránico de la misma comunidad, entonces de 29 años.

El padre organizó luego una ‘boda islámica’ para la pareja cuando la niña cumplió 14 años, aunque en Turquía, toda relación sexual anterior a la mayoría de edad, en los 18 años, se persigue como violación.

El delito estuvo a punto de descubrirse meses después de la ‘boda’ (en 2012) durante una visita médica de la niña, pero al exigirse una prueba forense de su edad, la familia envió a una joven distinta y la Fiscalía renunció a investigar.

La víctima quedó embarazada a los 17 años y tras cumplir los 18 fue casada oficialmente con su agresor, al que finalmente denunció en 2020, si bien el caso fue retrasado por la Fiscalía hasta revelarse en la prensa en diciembre de 2022.
https://www.milenio.com/internacional/turquia-endurece-castigo-hombre-caso-nina-6-anos

La oposición ha acusado a los poderes públicos de connivencia con fundaciones religiosas como Hiranur, dueña de un enorme complejo con aulas de enseñanza coránica y comedor popular, vinculada a la cofradía de Ismailaga, una influyente comunidad fundamentalista que domina todo un barrio en el casco histórico de Estambul.

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