Tremenda revelación realizó Conrad Murray, el médico acusado del homicidio involuntario por la muerte de Michael Jackson, ya que afirmó que el cantante fue “castrado químicamente” por su padre cuando era un niño para que no perdiera su característica voz aguda.
Está confesión fue reproducida a través de un video publicado por el sitio The Blast, en donde el médico, condenado a 4 años de prisión por homicidio involuntario en contra del cantante norteamericano, señaló que sus genitales fueron esterilizados para así mantener la agudeza de su voz.
En el video, Murray señala que “Joe Jackson fue uno de los peores padres de la historia. La crueldad que experimentó Michael por parte de su padre, el hecho de que le castrara químicamente para mantener su tono de voz, es indescriptible”.
Desde hace años está teoría se ha insinuado en varias ocasiones y en 2011 un ensayo publicado por doctores franceses apuntaba a que el artista fallecido en 2009 sufrió la castración a raíz de un agresivo tratamiento para combatir el acné.
En 1993 la conductora Oprah Winfrey entrevistó al astro de la música pop quién le reveló que Joe lo maltrataba al grado de que “les destrozaba” con la hebilla del cinturón si cometían errores en los ensayos diarios.
¿Pero qué es la castración química que supuestamente recibió Michael?
La castración química es un término utilizado para describir los medicamentos destinados a reducir la libido y a reducir la actividad sexual.
A diferencia de la castración quirúrgica (cuando se eliminan los testículos o los ovarios), en la castración química no se ocasiona un cambio físico permanente en el cuerpo ya que no es una forma de esterilización sino que se administran diferentes medicamentos, por ejemplo Depo Provera.
La Depo Provera es un progestágeno que reduce los niveles de testosterona en los hombres al disminuir los niveles de andrógenos en el torrente sanguíneo.
Además, antidepresivos ISRS, tales como la Paroxetina, Fluoxetina y Sertralina, también pueden ser utilizados, ya que son bien conocidos por causar disfunción sexual en los usuarios.
La castración química con medicamentos antiandrógenos conlleva un riesgo para la salud del paciente, por lo que el tratamiento sólo puede ser administrado bajo estricta supervisión médica, y un estrecho seguimiento y asesoramiento dentro de un plan de tratamiento integral.
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