“Hasta la semana epidemiológica 08 de 2016, se han notificado (…) 29 muertes en niños menores de cinco años por diferentes patologías, que registran desnutrición como uno de los diagnósticos”, sostuvo el INS en su último boletín epidemiológico.
“Estos casos se registran como casos probables de muertes por y asociadas a desnutrición y se encuentran en análisis para definir la causa de muerte”, aclaró.
“El 55.2% de los casos se registró en el sexo femenino”, apuntó el INS. Se destaca el hecho de que el 79.2% de los casos se presentaron en menores de un año.
Otro factor que influye en el deceso de los menores es que “el 86.2% de las madres de estos niños registran bajo o ningún nivel educativo y pertenecen al estrato socioeconómico uno”, dice el informe.
Los departamentos más afectados por este flagelo son Magdalena (norte) con 17.2% de los casos, seguido por La Guajira (norte) y Tolima (centro), cada uno con 10.3 por ciento.
La situación era tan crítica en La Guajira que el 10 de febrero el presidente Juan Manuel Santos visitó el departamento con varios miembros para analizar la situación.
“¡La muerte de un solo niño por hambre o desnutrición es una vergüenza para nuestro país!”, exclamó el mandatario al término de la visita.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) detectó en 2015 a 898 niños desnutridos en La Guajira, el departamento más afectado por este flagelo.
La Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos en Colombia, advirtió desde el año pasado sobre la vulnerabilidad alimentaria de los niños en La Guajira, agravada por una sequía severa provocada por el fenómeno de El Niño.
Ese organismo extendió el nivel de alerta por desnutrición infantil al selvático departamento de Arauca, más al sur en la frontera con Venezuela.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya solicitó en diciembre del año pasado al Estado colombiano tomar medidas cautelares en La Guajira, tras una demanda interpuesta por líderes indígenas.