CD. DE MÉXICO.- Los escándalos que rodean a Jorge Salinas no terminan por cesar pues, cuando el público y la prensa parecían haber olvidado la supuesta infidelidad que cometió con su nutrióloga, el nombre del actor vuelve a estar en boca de todas y todos, luego de que llamara “mugrosos” y “muertos de hambre” a algunas reporteras y reporteros, por lo que su esposa Elizabeth Álvarez fue cuestionada acerca de qué opinaba del comportamiento que su marido ha tenido, mismo del que se deslinda la actriz, asegurando que él y sólo él debe responsabilizarse de sus actos.
Todo comenzó a poco de que iniciara el año cuando, una revista de circulación nacional, publicó imágenes en las que había captado al actor mexicano besando a una mujer que no era su esposa, la cual fue identificada como Anna Paula Castillo que, meses anteriores, se había convertido en la nutrióloga del actor, luego de que el médico de cabecera de Salinas le recomendase bajara de peso, debido a que su salud se comprometió, derivado de los severos problemas que tuvo en la columna vertebral, a tal grado de que, llegó a temer por la posibilidad de que perdiera la capacidad de caminar.
Fue entonces que Carrillo y Salinas emprendieron una relación médica/paciente que, según llegó a contar la especialista, en su momento, provocó que el actor mexicano tratara de seducirla, siendo el beso captado por la revista de espectáculos el primer intento que el actor habría tenido para demostrarle que se sentía atraído por ella. A partir de ahí, la insistencia de los medios de que el actor les concediera una declaración fue constate, sobre todo porque, la presunta infidelidad ponía en riesgo su relación de más de una década de matrimonio con la actriz Elizabeth Álvarez.
Así, la relación entre Salinas y la prensa comenzó a tensarse pues, mientras las y los reporteros insistían en seguir preguntándole acerca del asunto, a sabiendas de que el actor ya había precisado que sería un tema del que no no volvería a hablar, después que dijera a los medios de comunicación que los rumores no eran más que mentiras infundamentadas, el actor comenzó a evitar las cámaras y micrófonos en todo lugar pero, al participar, en nuevos proyectos televisivos, volvía encontrarse con medios de comunicación en alfombras rojas y conferencias de prensa.
En un evento reciente, Salinas se refirió a parte de la prensa, pues, también fue puntual al aclarar que no todas y todos los periodistas se conducían igual, con expresiones como “mugrosos” y “muertos de hambre” lo que, visiblemente, molestó al gremio con el que. posteriomente, volvería a vivir un desencuentro, cuando un reportero que lo entrevistaba lo tocó del brazo, gesto que desató la ira de Salinas, advirtiéndole al reportero que no lo volviera a tocar.
Por todo esto, fue inevitable que, cuando los mismos medios vieron a su esposa Elizabeth darse cita en la alfombra roja de “Vaselina”, le preguntaran acerca de su opinión sobre los comportamientos que Jorge había adoptado en los últimos días y, a pesar de que en la época en que ocurrió lo de la supuesta infidelidad, la actriz sacó “casa y espada” por el actor asegurando que disfrutaban de un matrimonio sólido, cimentando por una familia muy unida, en esta ocasión se deslindó del actuar de Salinas, aclarando que una cosa es ella y otra cosa es él.
“Yo creo que lo que quieran preguntar a él sigan preguntándoselo a él, lo que me quieras preguntar a mí, feliz de respondértelo”, destacó.
Además, la actriz dejó entrever que no estaba de acuerdo con algunos de los comportamientos que Jorge tiene, debido a que es consciente de lo importante que es el respeto y relacionarse armoniosamente con al prensa.
“Creo que todos los comentarios que hace Jorge son a título personal, yo no puedo hablar por él, sin embargo, sí te puedo decir que habrá cosas que no siempre nos parezcan o estemos de acuerdo; no estuve en el momento para poderte decir mi opinión, pero espero que todo se arregla y se resuelva”, dijo la actriz, sobre todo, porque ella siempre ha mantenido uan excelente relación con los medios de comunicación.
De esta manera, Elizabeth desea que todo quede en el pasado pues, así como ocurre entre la prensa y él, reconoce que hay momentos en que ella misma disiente con su marido y viceversa, reconociendo que hay días en que no se llevan tan bien como otros: “Humanamente sé que todos cometemos errores y ojalá que todo esto sea una vuelta a la página y se siga tendiendo esta buena relación que se tiene que tener con la prensa, porque somos también un matrimonio bien bonito y, aunque a veces no nos caemos tan bien, pero aquí seguimos”, dijo.
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