El robot Philae entró en “hibernación permanente” y dejará de recibir instrucciones operativas por ser “casi nulas” las probabilidades de restablecer contacto, anunciaron este viernes los responsables espaciales europeos.
“Ha llegado la hora de decir adiós a Philae”, indicó el centro de operaciones espacial alemán DLR, poniendo fin a una aventura sin precedentes en la historia de la conquista espacial, que aportó datos capaces de mejorar nuestros conocimientos sobre la aparición de la vida sobre la Tierra.
Al término de diez años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae había logrado la hazaña de posarse el 12 de noviembre de 2014 sobre el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko.
Equipado de diez instrumentos de observación científica, logró trabajar 60 horas antes de quedarse dormido, extenuado por falta de energía. En junio de 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio no ha vuelto a dar señales de “vida”.
Los europeos consideran ahora que ese sueño probablemente sea definitivo.
“Desgraciadamente, las probabilidades de restablecer contacto con nuestros equipos (…) son casi nulas y dejaremos de enviarle instrucciones, por lo cual sería muy sorprendente que recibamos una señal a partir de ahora”, dijo Stephan Ulamec, responsable del DLR.
Sin embargo, los europeos tampoco cierran por completo la puerta a la eventualidad de un contacto.
El centro espacial francés CNES aclaró que a pesar de que no se enviarán más instrucciones al robot, el centro espacial de Toulouse “sigue escuchando a Rosetta, cuyas antenas siguen dirigidas hacia Philae, al acecho del menor respiro”.