IRAN.- En lo que va de 2022, el gobierno de Irán ha ejecutado a 504 personas, reveló la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR).
Entre ellos, hay 12 mujeres sentenciadas a la pena capital por violar la ley islámica, según el reporte del organismo con sede en Noruega.
También, dentro de los condenados hay 108 personas juzgadas por delitos relacionados con tráfico de drogas.
Además de estos procedimientos, hay tres menores de edad que están en juicio y podrían ser condenados a pena de muerte.
El domingo pasado, cuatro presos fueron ejecutados, acusados de trabajar para la inteligencia de Israel.
Mientras el país enfrenta una serie de protestas ciudadanas por la muerte de la joven Mahsa Amini, quien murió el 16 de septiembre pasado bajo custodia policial.
Agentes de la Policía de la Moral detuvieron a la mujer de 22 años por, presuntamente, llevar mal puesto el velo sobre la cabeza.
Ante este panorama, IHR denunció los abusos cometidos a los derechos humanos cuando el gobierno ejecuta a los sentenciados.
“La organización no gubernamental Iran Human Rights considera que la ejecución de presos políticos relacionados con cargos de seguridad constituye una violación a las leyes del derecho internacional”, expresó el organismo en un comunicado.
El total de este año supera las 333 ejecuciones cometidas en 2021, que a su vez era la cifra más alta en cinco años.
“Sobre la historia de la República Islámica en la que usa la pena de muerte como una herramienta de represión e intimidación, Iran Human Rights advierte de los peligros de las ejecuciones inminentes y llama a los países con relaciones diplomáticas con Irán a hacer lo que esté en sus manos para detener las ejecuciones de manifestantes”, agregó el organismo sin fines de lucro.
Las manifestaciones por Amini se convirtieron en una revuelta de iraníes furiosos de diversos estratos sociales, lo que se convirtió en uno de los desafíos más intensos contra los dirigentes clericales desde la revolución de 1979.
Los manifestantes han lanzado consignas contra el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y han exigido repetidamente el fin del gobierno islámico.
En este panorama, las autoridades del país culparon de la revuelta a enemigos extranjeros, como Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel.
El grupo de derechos humanos HRANA afirmó que hasta el viernes pasado habían muerto 469 personas que participaron en las movilizaciones, entre ellos 64 menores.
También, la agrupación reportó que han fallecido 61 miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno.
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