Tras el choque frontal entre el papa Francisco y el magnate Donald Trump por la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos, la Santa Sede y el aspirante republicano a la nominación presidencial se apresuraron este viernes a disipar el mal ambiente generado en plena campaña por la presidencia en Estados Unidos.

Federico Lombardi, portavoz del Papa, aseguró que el jefe de la Iglesia católica no estaba hablando específicamente de Trump cuando dijo que una persona que favorece erigir muros en vez de puentes entre países no es cristiana. “De ninguna manera fueron [las declaraciones papales] un ataque personal ni una sugerencia de cómo votar”, insistió Lombardi.

Trump había calificado de “vergonzosas” las declaraciones de Francisco y lo acusó de actuar como “peón” del gobierno de México, pero en una entrevista con la cadena FOX, la noche del jueves, rebajó el tono de la disputa. Aseguró que el Pontífice “es una persona fantástica”. Poco antes, Trump dijo que el pronunciamiento del argentino fue “un poco más suave” de lo que informaron los medios y se mostró dispuesto a reunirse con el jerarca católico “cuando él lo disponga”. “No me gusta pelearme con el Papa”, aseveró.

Pese a este cambio, simpatizantes de Trump condenaron los dichos del Papa. “He sido católico toda mi vida. Estoy muy decepcionado con el papa Francisco por la forma en que atacó a Trump”, aseguró el actor John Voight. “Si al Papa le preocupan los inmigrantes, pues que se lleve a algunos millones al Vaticano, que es un Estado tan rico como cualquier otro”, añadió.

La polémica se desató a unas horas de las primaras republicanas en Carolina del Sur, donde según una encuesta de NBC News y The Wall Street Journal el magnate se mantiene al frente de las preferencias electorales, con 28% de los apoyos.