El luto se posó este jueves en el mundo de la cultura internacional al perder a dos grandes mentes de los últimos años: el Nobel de Literatura Imre Kertész y la Premio Pritzker Zaha Hadid.
El escritor húngaro y Premio Nobel Imre Kertész murió a los 86 años de edad en Budapest tras larga enfermedad. Kertész nació en 1929 en Budapest en el seno de una familia judía y sobrevivió a los campos de concentración nazis de Auschwitz y Buchenwald. Las experiencias vividas allí quedaron reflejadas en “Sin destino” (Sorstalanság) 1975, una de sus principales obras.
En sus ensayos y novelas también abordó el socialismo totalitario, que vivió de adulto en su Hungría natal.
En 2002 se convirtió en el primer escritor húngaro en recibir el Nobel de Literatura. “La obra literaria de Kertész indaga en la posibilidad de vivir y pensar por uno mismo en una época en la que las personas se sometieron de forma cada vez más absoluta al poder estatal”, dijo entonces la Academia Sueca.
Durante mucho tiempo, al autor se le privó de reconocimiento en su propio país. Sus escritos sobre la muerte de unos 600 mil judíos húngaros entregados por los gobernantes del país a los nazis le convirtieron en una figura controvertida en Hungría, que se negaba a analizar su papel en la Segunda Guerra Mundial.
El mundo de la arquitectura también se “tambaleó” ante la inesperada muerte, a los 65 años, de la angloiraquí Zaha Hadid, mujer que transformó la disciplina con su maestría en el diseño de estructuras elegantes y curvilíneas.
De acuerdo con su estudio londinense, Zaha Hadid Architects, la arquitecta fue ingresada esta semana en un hospital estadounidense por una bronquitis que se complicó, para finalmente la mañana de este jueves sufrir un ataque cardíaco.
Uno de sus primeros grandes encargos fue el cuartel de bomberos de Weil Am Rhein, en Alemania (1993), y en años posteriores firmó proyectos como el Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI, en Roma, y el centro Heydar Aliyev, en Baku.
Además del Pritzker, Hadid recibió galardones como la medalla de oro del Real Instituto de Arquitectura británico (RIBA) y fue distinguida como Comandante de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
En 2012, la reina Isabel II la condecoró como Dama Comandante del Imperio británico por su contribución a la arquitectura.
El pasado febrero, al recoger la distinción entregada por el RIBA, Hadid defendió el papel de la mujer en la arquitectura. “Actualmente podemos ver mujeres que se han establecido como arquitectas, pero eso no quiere decir que sea fácil. En ocasiones es un reto inmenso. Ha habido un tremendo cambio en los últimos años y vamos a continuar progresando”, señaló.