El kit que puede hacer más llevadera la gripe infantil este invierno, según especialistas

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MÉXICO.- Durante la temporada de invierno, los virus respiratorios se propagan con mayor facilidad, la falta de ventilación en casas y escuelas, sumada a los cambios bruscos de temperatura, convierte a los niños en uno de los grupos más vulnerables a infecciones como la gripetos o resfriado común.

Para evitar que estas enfermedades se conviertan en una molestia mayor, es recomendable preparar un kit de emergencia en casa, que ayude a aliviar los síntomas y brindarles confort mientras se recuperan.

 

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Kit de supervivencia para gripe infantil: qué debe incluir

Si tu hijo presenta irritación de garganta, congestión o tos persistente, contar con los siguientes elementos puede ayudarte a manejar los síntomas desde casa de forma segura y efectiva, de acuerdo con Healthy Children.

1. Solución salina nasal y aspirador o pera de goma

La congestión nasal en bebés y niños pequeños puede ser muy incómoda. Sus fosas nasales son más estrechas, por lo que incluso una pequeña cantidad de mucosidad puede afectar su sueño o alimentación.

La solución salina —en gotas, aerosol o vapor— ayuda a aflojar la mucosidad, mientras que un aspirador nasal permite retirarla suavemente. Existen versiones manuales (peras de goma) o eléctricas.

Para mantener la zona limpia, puedes usar un algodón húmedo alrededor de la nariz, evitando irritar la piel.

2. Cremas hidratantes o ungüentos suaves

El goteo nasal frecuente puede enrojecer e irritar la piel alrededor de la nariz. Aplica una crema hidratante hipoalergénica, vaselina o manteca de karité para crear una barrera protectora.

Aplica una pequeña cantidad alrededor de las fosas nasales para:

  • Evitar la resequedad y grietas.
  • Calmar la irritación causada por los pañuelos o el roce constante.
  • Formar una capa protectora que previene costras o enrojecimiento.

Evita aplicar el producto dentro de la nariz, ya que los niños pueden inhalarlo accidentalmente.

3. Humidificador o vaporizador

El aire seco del invierno puede espesar la mucosidad y agravar la tos. Un humidificador o vaporizador de vapor frío ayuda a mantener la humedad del ambiente, facilitando la respiración y aliviando la garganta irritada.

Consejos de seguridad:

  • Colócalo cerca del niño, pero fuera de su alcance.
  • Limpia el dispositivo cada día según las instrucciones del fabricante para evitar la formación de moho o bacterias.
  • Prefiere humidificadores de vapor frío: son más seguros que los de vapor caliente, que pueden causar quemaduras.

Otra opción natural es ofrecer al niño un baño tibio o ducha de vapor; el vapor ayuda a despejar las vías respiratorias. Supervisa siempre al menor durante el baño.

4. Ungüentos para el pecho

Los ungüentos con mentol, eucalipto o alcanfor pueden ser útiles para aliviar la congestión nasal y la tos nocturna. Estos ingredientes actúan abriendo las vías respiratorias y proporcionando una sensación de frescura.

Cómo aplicarlos correctamente:

  • Aplícalo en el pecho y cuello, nunca en la cara o cerca de los ojos.
  • En niños mayores de 2 años, usa productos con mentol aprobados para uso pediátrico.
  • No utilices estos ungüentos en bebés menores de 2 años, ya que pueden causar irritación o toxicidad.

Lee siempre las etiquetas y mantén los productos fuera del alcance de los niños.

5. Miel natural

La miel es un remedio natural recomendado por la Mayo Clinic para calmar la tos y aliviar el dolor de garganta. Además, puede ayudar a que los niños duerman mejor durante una infección respiratoria leve.

Dosis recomendada:

  • De 1 a 5 años: ½ cucharadita.
  • De 6 a 11 años: 1 cucharadita.
  • 12 años o más: 2 cucharaditas.

Importante: Nunca se debe dar miel a bebés menores de 12 meses debido al riesgo de botulismo infantil. Si se administra antes de dormir, recuerda cepillar los dientes del niño para evitar caries.

6. Hidratación constante

Mantener a tu hijo hidratado es clave para su recuperación. La fiebre y la respiración acelerada provocan pérdida de líquidos, por lo que se recomienda ofrecer pequeños sorbos de agua frecuentemente.

También puedes ofrecer caldos tibios o infusiones suaves (sin cafeína ni azúcar). Mantener la hidratación:

  • Previene la deshidratación.
  • Aligera la mucosidad, ayudando a eliminarla más fácilmente.
  • Alivia la irritación de la garganta.

Usar vasos o biberones coloridos puede motivar a los más pequeños a beber más líquidos.

7. Termómetro digital

Un termómetro confiable es indispensable para monitorear la fiebre. Según HealthyChildren, la fiebre es una respuesta normal del cuerpo ante infecciones, pero cuando supera los 38 °C o se mantiene más de dos días, requiere valoración médica.

Recomendaciones:

  • Prefiere termómetros digitales (de frente, oído o rectal).
  • Evita los termómetros de mercurio: son peligrosos si se rompen.
  • En bebés menores de 3 meses, la medición rectal es la más precisa.

8. Medicamentos de venta libre para fiebre y dolor

Los analgésicos pediátricos pueden aliviar el malestar y facilitar el descanso.

  • Paracetamol (acetaminofén): reduce la fiebre y el dolor de garganta.
  • Ibuprofeno: se recomienda solo en mayores de 6 meses y bajo supervisión médica.

Consulta siempre al pediatra para determinar la dosis según el peso del niño.

 

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Cuándo pedir ayuda médica

Llama a urgencias pediátricas si tu hijo presenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Dificultad para respirar o respiración acelerada.
  • Hundimiento del pecho o esfuerzo visible al respirar.
  • Fiebre con rigidez de cuello o dolor de cabeza intenso.
  • Somnolencia excesiva o confusión.
  • Ojos hundidos, boca seca o ausencia de orina por más de 6 horas.

Contacta al médico si aparecen nuevos síntomas como salpullido, dolor de oído, vómito persistente o falta de mejora después de 7 días.

 

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Prevención de la gripe infantil

La vacuna contra la influenza es la mejor defensa. Estimula la producción de anticuerpos que protegen contra los virus más comunes de la temporada.

Debe aplicarse cada año, preferentemente entre octubre y diciembre, antes del pico invernal, otras medidas preventivas incluyen:

  • Lavar las manos con frecuencia.
  • Ventilar habitaciones y aulas.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura.
  • Enseñar a los niños a cubrirse la boca al toser o estornudar.

Preparar un kit de supervivencia contra la gripe infantil no solo es una medida práctica, sino también una forma de cuidar la salud familiar durante la temporada de frío.

Tener los productos adecuados —como hidratantes, humidificador, miel y medicamentos seguros— permite actuar con calma ante los primeros síntomas.

Sin embargo, es fundamental vigilar los signos de alarma: dificultad para respirar, fiebre persistente o somnolencia excesiva son motivos para acudir al médico de inmediato.

La prevención, la vacunación y la atención oportuna son las mejores herramientas para enfrentar el invierno con seguridad y evitar que una simple gripe se convierta en una preocupación mayor.

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