Utilizando el Telescopio Espacial Hubble de la NASA y ESA, los astrónomos han realizado la primera búsqueda de atmósferas alrededor de planetas templados, del tamaño de la Tierra más allá de nuestro sistema solar y hallaron indicaciones que aumentaron las probabilidades de habitabilidad en dos de estos exoplanetas.
Específicamente los científicos descubrieron que dos exoplanetas, TRAPPIST-1B y TRAPPIST-1C, aproximadamente a unos 40 años luz de distancia, tienen pocas posibilidades de tener atmósferas dominadas por hidrógeno, característica usual de los mundos gaseosos, y eso es una buena noticia en la búsqueda de mundos que soporten la vida.
“La falta de un envoltorio sofocante de hidrógeno y helio aumenta las probabilidades de habitabilidad de estos planetas”, indicó Nikole Lewis del Space Telescope Science Institute ubicado en Baltimore. “Si tienen una envoltura significativa de hidrógeno y helio, no hay posibilidades de que puedan albergar vida porque la atmósfera densa actuaría como un invernadero”, explicó a la NASA.
Julien de Wit del Masschusetts Institute of Technology in Cambridge lideró un equipo de científicos para observar los planetas en luz casi infrarroja utilizando una de las cámaras del Hubble. Ellos utilizaron espectroscopia para decodificar la luz y revelar claves del maquillaje químico de la atmósfera.
Mientras que el contenido de la atmósfera es desconocido y tendremos que esperar a otras observaciones, las bajas concentraciones de hidrógeno y helio entusiasman a los científicos sobre sus implicancias.
“Estas primeras observaciones del Hubble son un primer paso promisorio para aprender más sobre mundos cercanos, si pueden ser un mundo rocoso como la Tierra, o si pueden albergar la vida”, declaró Geoff Yoder, director de la misión científica de la NASA. “Es una época emocionante para la NASA y la investigación de exoplanetas”, agregó.
Los planetas orbitan alrededor de una estrella roja enana que tiene al menos unos 500 millones de años, en la Constelación de Acuario. Estos fueron descubiertos a finales de 2015 a través de una serie de observaciones por el Telescopio TRAPPIST, ubicado el Observatorio La Silla en Chile.
TRAPPIST-1B completa un circuito alrededor de su estrella en 1,5 días, mientras que a TRAPPIST-1C le toma 2,4 días. Los planetas están entre 20 y 100 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol. Sin embargo, la estrella es mucho más tenue que nuestro Sol, por lo que los investigadores piensan que al menos uno de estos mundos está dentro de un rango habitable, donde las temperaturas serían moderadas y permitirían la existencia de agua líquida.
Los astrónomos ahora esperan utilizar el Hubble para conducir nuevas observaciones para buscar atmósferas más delgadas, compuestas por elementos más pesados que el hidrógeno, como aquellos presentes en la Tierra y en Venus.
“Con más data, podríamos quizá detectar metano o ver características de agua en las atmósferas, lo que podría darnos estimados de la profundidad de las atmósferas”, explicó Hannah Wakeford, segunda autora de la investigación, perteneciente a la agencia NASA.
Observaciones de futuros telescopios, entre ellos, el James Webb, permitirán determinar la composición completa de las atmósferas y ‘cazar’ potenciales ‘biofirmas’, como dióxido de carbono y ozono, además de vapor de agua y metano, así como analizar la temperatura de los mundos y la presión de la superficie, factores clave para la habitabilidad.
“Los planetas del tamaño de la Tierra son los primeros mundos que los astrónomos pueden estudiar en detalle con los actuales y planeados telescopios para determinar si pueden albergar vida”, indicó Wit a la NASA.