Las declaraciones del expresidente de Uruguay, José Mújica, con las cuales tildó de “loco” a Nicolás Maduro llegan a la par con la tercera manifestación consecutiva realizada en un semana por los opositores a dicho Gobierno con la cual reclaman la agilización en el debido proceso del referendo revocatorio. Ante los altercados ocasionados por el forcejeo entre las autoridades y los manifestantes con gases lacrimógenos incluidos el actual secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó también su opinión al respecto afirmando que el posible impedimento de ese referendo revocatorio convertiría al mandatario en “un dictadorzuelo más”.

Cabe aclarar que Maduro ya había amenazado con demandar, mucho antes de realizarse las propuestas, a los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática, los opositores y los promotores de ese referendo, que a principios del mes recaudó 1,8 millones de firmas a favor, por las supuestas irregularidades en el proceso. Por tal motivo, para el internacionalista de la Universidad del Rosario, Enrique Serrano, Venezuela ha caído en un ‘dramático aislamiento’.

“La situación ya era difícil hace dos o tres años que el gobierno de Maduro gozaba de la misma precariedad pero en este momento las condiciones materiales propias del desabastecimiento, de la hambruna, de los problemas internos y de las condiciones internacionales no la favorecen de ninguna manera. Hasta ahora el Gobierno había sido versátil, pero ya la perspectiva de que la fidelidad del Ejército frente a la posibilidad de reprimir de modo violento a los manifestantes hace que se rompa de manera implacable el final del Gobierno para Maduro”.

Sebastián Pitar, doctor en política latinoamericana y profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes, considera a su vez que lo que ha pasado con Maduro es que este se ha distanciado mucho de las prácticas democráticas propias de lo que él califica como ‘gobierno de izquierda responsable’.

“Cuando hay un gobierno que se está alejando tan marcadamente de los procesos democráticos cada vez es más difícil apoyarlo. Yo creo que el presidente Mujica fue un aliado de Chávez durante mucho tiempo pero ahora está reconociendo el peligro que es para los venezolanos y para la región un gobierno no democrático como el de Venezuela. Pero no creo que este sea el caso de todos los gobiernos de izquierda. Hay una izquierda que es responsable y hay una izquierda que es altamente irresponsable”, aseguró Pitar.

Y agregó, “la izquierda responsable incluye a Mujica, incluye a Bachelet y a otros líderes de izquierda moderada y sensata. Y la izquierda irresponsable incluye en el extremo a Maduro y a la catástrofe que está viviendo Venezuela en este momento. Y, en cierta medida, también a algunos presidentes que han sido acusados de corrupción, como es el caso de Dilma Rousseff y Cristina Fernández, que han tenido algunos manejos cuestionables sobre la economía y sobre la gestión del Estado”.

Según Serrano, al ser Mujica un expresidente y no estar ejerciendo el poder en la actualidad lo convierte en un líder “más sincero y más comprometido con la población”. “Efectivamente, las cosas que llegan al exterior muestran que la población en general sin importar sus condiciones, incluso parte de los chavistas, están sufriendo mucho con las condiciones actuales. Entonces, yo creo que Mujica, sensibilizado por eso, ha decidido empezar a cambiar de norte frente al carácter absolutamente monolítico y repetitivo de Maduro cuya figura está desgastada hasta el extremo”, explicó Serrano, quien opinó las también declaraciones de Almagro dejaron en claro su posición, a pesar de que Venezuela sigue siendo un estado miembro más de la OEA, en contra de que el régimen de Maduro continúe vigente.

Pitar, siendo más enfático, opinó que por ahora el gobierno venezolano no va a permitir que haya un referendo libre. “Puede que este permita un referendo no libre en donde no termine ganando de alguna forma el chavismo; o que lo extienda hasta 2017, mediante diferentes maniobras. Porque la constitución venezolana estipula que si se realiza un referendo revocatorio en el primer periodo del mandato habría que hacer elecciones de nuevo, pero si se da al final de este el vicepresidente pasa a ser el presidente electo”.

Varios escenarios se plantean como graves para los analistas internacionales en relación con la actual situación de Venezuela que hasta ahora había podido resistir. Una inflación galopante del 200 % y el hecho de que prácticamente la política del pleno empleo se haya resquebrajado de un modo dramático, seguido de los bajos precios del petróleo, la soledad frente a Cuba y frente a otros aliados como Mujica que ahora le da la espalda a lo que siempre había defendido. Todo eso está demostrando un aislamiento que probablemente reviente con ese gobierno.