El día de la Candelaria en México es una combinación de tradiciones católicas y prehispánicas.
Se acostumbra llevar a la iglesia mazorcas para su bendición y así tener un buen inicio del ciclo agrícola, en muchas regiones de México se acostumbra vestir al Niño Dios de santo, además de llevarlo a oír misa para después colocarlos en un nicho.
En nuestra ciudad este día se vive lleno de alegría, compañerismo y sobre todo unión con amigos y familiares los cuales disfrutaron juntos los deliciosos tamalitos de puerco en salsa verde, de rajas con queso, de pollo en salsa verde y roja, de frijoles y dulce, con los cuales cumplieron su deuda los acreedores al muñequito el 6 de enero.
Cualquier lugar es apto para disfrutar de esta deliciosa celebración, en la oficina es un buen pretexto para detener labores y comenzar a repartir los tamales y los vasitos de champurrado que fueron comprados con anterioridad.
La convivencia es lo primordial , las tareas del trabajo diario por ese momento pasan a segundo plano.
En las escuelas las madres de familia se ponen de acuerdo para organizar la “tamaliza” que les darán a sus chiquitines para que ellos no se queden fuera de la celebración y puedan compartir un momento agradable con sus compañeritos.
Los más grandes que cursan la preparatoria y/o universidad cumplen con esta festividad, pues no se quieren quedar atrás y pasar un rato ameno y agradable con amigos y maestros, hay quienes aprovechan para pedirle al maestro el muchas veces solicitado “punto extra” por haber cooperado para los tamales.
Por otra parte, las familias se unen al atardecer ya cuando los niños han terminando sus labores escolares y que los adultos ya disponen de tiempo libre, la junta familiar tradicionalmente es en la casa de la abuela, la abuela se prepara para recibir a hijos, nietos y bisnietos preparando un rico chocolate caliente y/o champurrado, esta deliciosa tradición de la candelaria sirve como pretexto perfecto para reunir hasta 4 generaciones en una misma casa.
El lugar o el sabor de los tamales es lo de menos, a los neolaredenses nos gusta convivir y disfrutar de un buen platillo , cualquier pretexto es bueno , hoy le toco el turno al Día de la Candelaria.