CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de que familiares de la joven Campira “N” denunciaron a su novio, Jorge Humberto “N”, como la última persona que estuvo con ella antes de ser hallada muerta en su casa en la colonia Santo Domingo, en Coyoacán, una especialista señala que el presunto asesino pudo llevarse el cabello de su pareja como un trofeo.
“Habría que saber si todas las chicas que han sido víctimas de este homicida tenían ciertas similitudes respecto al cabello, en el largo, en el color, incluso podría ser que él lo tuviera como una colección”, dijo Leticia María Jiménez del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud del Instituto Politécnico Nacional (IPN) a Televisa sobre el caso.
Encuentran sobreviviente
Una investigación realizada por el equipo del noticiario 10 en Punto, conducido por Denise Maerker, revela que gracias a la publicación del caso de Campira Lisandra se logró detectar dos víctimas más del llamado “Matanovias”, una de ellas es Yan Kyung “N” quien el 21 de septiembre de 2014 fue encontrada muerta en la colonia Doctores y al igual que en el caso de Campira, Jorge Humberto fue la última persona en estar con ella.
Lo peculiar de este sujeto es que, al menos en el caso de Campira, la mujer fue encontrada con el cabello cortado.
En entrevista para el noticiario, la madre de Yan, detalló que en la declaración de Jorge, él indicó que la dejó en su casa bañándose y que al regresar la encontró colgando de una cuerda y fue él quien la bajó, sin embargo Mónica detectó rastros de violencia en el cuerpo de su hija. Jorge dijo que fueron provocados por una caída al momento de bajarla de la cuerda.
A diferencia del caso de Campira, Jorge le había pedido a Yan que se cortara el cabello días antes de su muerte.
La madre de Yan advirtió a la Procuraduría capitalina sobre las anomalías del caso de su hija, sin embargo no se investigó, afirmó.
Familiares de ambas víctimas se han reunido para detectar más casos y encontraron a Adriana Ramos Hernández, una joven quien también habría salido con Jorge. Ella sobrevivió.
