A más de un año que el Covid-19 interrumpió en la vida de la humanidad, expertos han llegado a la conclusión de que el nuevo coronavirus puede ser estacional, al menos en parte, igual que la gripe.
Un estudio ha arrojado esto luego que diversos parámetros epidemiológicos, tales como los casos positivos de infección por el SARS-CoV-2 y la tasa de mortalidad, están correlacionados con la temperatura y la latitud de 221 países.
Gustavo Caetano Anollés, autor de la investigación publicada en la revista Evolutionary Bioinformatics, afirmó que la posibilidad de que el Covid se vuelva estacional es relevante luego que podría ayudar a comprender lo que se espera tras la vacunación y cómo es que ésta podría frenar las olas de contagios alrededor del mundo.
Al respecto, el trabajo recordó que se ha considerado que el SARS-CoV-2 se comporte de la misma forma que otros coronavirus, siendo la temporada de otoño e invierno cuando aumentan los contagios por esta familia de virus.
Los datos para este trabajo se obtuvieron de 221 países a partir del 15 de abril de 2020, siendo cuando la temperatura alcanza su punto máximo y que, además, coincidió con aumentos exponenciales de contagios.
Aunque la temperatura y la latitud estaban inequívocamente correlacionadas con los casos de Covid-19, los investigadores puntualizan que el clima es solo uno de los factores que determinan la incidencia estacional de la enfermedad en todo el mundo.
El experto agregó que los resultados sugieren que el coronavirus cambia a su propio ritmo y que las variaantes se ven afectadas por factores como la temperatura o la latitud.
“No sabemos exactamente cuáles son esos factores, pero ahora podemos decir que los efectos estacionales son independientes de la composición genética del virus”, dijo.
Ante la posibilidad de volverse estacional, el investigador destacó la importancia de reforzar el sistema inmunitario para combatir la enfermedad.
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