NUEVA YORK.- La Fiscalía de Nueva York teme que Joaquín “El Chapo” Guzmán estrangule a su abogado con un cable o rompa a la mitad algún CD con información judicial para usarlo como arma.
Los fiscales que llevan el caso del capo aseguran que permitir que Guzmán se reúna cara a cara con sus abogados, sin un vidrio de separación entre ambos, es peligroso.
Los funcionarios estadounidenses se encuentran preocupados de que “El Chapo” recurra a la violencia con respecto a sus abogados y personal de la Oficina de Prisiones para lograr su liberación.
Sin embargo los abogados del narcotráfico, Michael Shneider y Michelle Gerlent, se quejan desde hace semanas de que la separación mediante un cristal en una sala de la cárcel neoyorquina donde se encuentra su cliente les obstruye la comunicación e impide el repaso de las pruebas del caso.
Pese a la queja, los fiscales aseguran que si se elimina el vidrio que los separa, Joaquín Guzmán podría romper los aspersores de agua de la sala para intentar que el suelo fuera resbaladizo y así escapar, o podría empujar el sofá hasta la puesta para bloquearla y convertir en rehenes a sus abogados.
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