El presunto autor de la masacre en una residencia de discapacitados en Japón, un extrabajador de ese centro, estuvo recientemente ingresado en un hospital psiquiátrico al ser considerado “peligroso”, informaron hoy las autoridades locales.
El supuesto atacante, un hombre de 26 años identificado como Satoshi Uematsu, irrumpió esta madrugada en un centro de discapacitados psíquicos en la localidad de Sagamihara, a las afueras de Tokio, y atacó con armas blancas a sus ocupantes.
Uematsu mató al menos a 19 personas e hirió a otras 25 antes de entregarse a la policía, a la que declaró: “Quiero a las personas con discapacidad fuera de este mundo”, según revelaron los agentes al diario Asahi.
El sospechoso había trabajado en este centro de discapacitados hasta el pasado 19 de febrero, cuando abandonó su empleo por motivos personales, señaló un portavoz del ayuntamiento de Sagamihara en rueda de prensa.
Ese mismo día, la policía alertó al Ayuntamiento sobre la posibilidad de que Uematsu cometiera algún tipo de acto violento, después de que éste intentara entregar una carta a un diputado local en la que mostraba su intención de “matar a 470 discapacitados por el bien de Japón”, según informó la cadena estatal NHK.
“Las vidas de las personas con discapacidad múltiple son extremadamente difíciles y por eso mi objetivo es lograr un mundo en el que estas personas puedan recibir la eutanasia con el consentimiento de un tutor”, señalaba Uematsu en su misiva manuscrita y fechada el 14 de febrero.
A raíz de este incidente, Uematsu fue sometido a pruebas e internado en un hospital psiquiátrico, después de que los especialistas médicos consideraran que podía ser “un peligro para los demás”, explicó el portavoz del ayuntamiento.
El pasado 2 de marzo, doce días después de su internamiento, Uematsu fue dado de alta debido a que los psiquiatras concluyeron que su estado había mejorado y que ya no suponía ningún riesgo, y desde entonces, las autoridades no habían recibido ninguna queja sobre su comportamiento, añadió la misma fuente.
El sospechoso residía en las proximidades de la residencia de discapacitados, donde comenzó a trabajar a finales de 2012.
Hasta la fecha, Uematsu no contaba con antecedentes delictivos.