CDMX.- Desde un bosque, con toda la luz disponible Roger von Gunten hace sus pinturas. 28 de ellas, todas recientes, las expondrá a partir de este sábado 21 de mayo en su galería, la “Juan Martín”.
“El don de darse” en el arte es el nombre de esta exposición en la cual predomina el color. Es a partir de intensos y profundos colores, y de espacios que no están marcados por límites o contornos como el artista elige referirse a temas que le interesan por su singularidad, como es el Bosón de Higgs, o por el impacto que tienen en la sociedad actual, como es el culto al poder.
El artista nacido en Suiza en 1933, que llegó a México en 1957 y que ha creado la mayor parte de su obra aquí, considera que el arte exige de su autor y de quien la contempla, una entrega y un compromiso.
“Considero el arte como un esplendor, una lucidez festiva. Ese aspecto de luminosidad y festivo me es muy importante. Usamos el color, la forma y la factura para hacer visible una imagen, esta imagen tiene una transformación, un esplendor”, explica en entrevista telefónica Von Gunten.
Una de las peculiaridades de este grupo de cuadros de distintos formatos, y acrílicos, es que no hay un contorno que determine dónde tiene que terminar el color. Más bien es “aplicando el color en pequeñas áreas para formar estructuras visuales cromáticas y formales con estos elementos. No hay un propósito en ello, simplemente es ya no representar ni narrar algo, es hacer algo sonoro, más bien musical, una estructura que no necesita definición, como la melodía no necesita definición: es interesante o no es interesante. Y lo mismo se puede decir por los elementos visuales que usamos en la pintura”, explica el artista.
No usar el contorno es una forma de hablar de los no límites. Dice Von Gunten: “Trato de que las formas del cuadro se desarrollen desde un centro, no desde afuera. No es encerrar una mancha de color y luego llenarla con el color correspondiente, sino dejar que se expanda hasta que otro color le ponga límites. Suena técnico, al hacerlo es más poético y lúdico”.
El dolor y la felicidad son dos constantes que Roger von Gunten cita con relación al momento de crear: “Uno sufre haciendo un cuadro y está lleno de felicidad cuando se da la imagen, cuando después de tantos movimientos de la mano y garabatos tenemos algo nuevo. Algo que tiene una vivencia para el autor, que se transmite al espectador como vivencia también, apelando a su imaginación a ciertas cosas que tampoco podemos definir racionalmente… Hay que disfrutar, pero hoy se ve tanta obra de arte que no se puede disfrutar”.
En el conjunto de cuadros, alrededor de cinco se inspiran en el Bosón de Higgs, a partir del cual el artista se refiere a la antimateria. “Es algo tan, tan importante; el mundo es una especie de neblina, de núcleos atómicos y en este caso toma forma, es un gran efecto para la imaginación. Artísticamente es una musa muy potente; lo es esporádicamente, no he trabajado sistemáticamente sobre el Bosón”.
El culto al poder, en cambio, no es una musa, pero es un tema que inquieta a Von Gunten, y al que se refiere en la conversación: “Hoy en día me produce dolor el estado del mundo, el culto al poder bruto, al poder inconsciente que no tiene compromiso social, que simplemente es su naturaleza, el acumular más poder y más poder. Humanamente este poder es una miseria. Es una estructura piramidal, los niños (normalmente) quieren hacer cosas cuando grandes, pero hoy no quieren obedecer y quieren maltratar a los que están abajo… Es un mundo miserable el que se rige por un principio así, este poder, este mal, no se puede combatir sino que hay que redimirlo, mostrar por qué es una miseria. Leí que un músico de Venezuela, donde han hecho milagros con la música entre los niños, decía que un niño que tiene un violín en sus brazos no va a querer una metralleta. Eso ejemplifica por qué hay que redimir este mal. Yo creo que el arte es un esplendor de la condición humana”.
La galería Juan Martín se ubica en Dickens 33, Polanco.