Una más de las tradiciones mexicanas es el esperado “Día de la Candelaria” que se celebra cada 2 de febrero, día en que las personas se preparan para comer y disfrutar de los ricos y tradicionales tamales acompañado de una bebida muy tradicional en nuestro país como el atole o champurrado, a algunos les toca dar los tamales o el atole y esto es gracias a que el 6 de enero “Día de los Reyes Magos” al comer la rosca de reyes les sale el famoso muñequito o Niño Dios.
Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.
En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.