El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, ha ordenado desarmar a todos los elementos policíacos del estado que no hayan aprobado los exámenes de control y confianza, lo que –según datos del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP)– implicaría apartar de las distintas corporaciones que hay en la entidad a 3 mil 28 elementos.

“He dado la instrucción de que desarmen a todos los policías que no aprobaron los exámenes de control y confianza, pretendo que para el día 2 de febrero ya todos hayan sido desarmados; a los alcaldes ya les pedí que a la brevedad nombren a los relevos de quienes no aprobaron los exámenes, de lo contrario tomaremos otras acciones para no perder el control, la vigilancia y sobre todo la tranquilidad que regresó a muchos municipios donde la habíamos perdido”, señaló el gobernador.

La información proporcionada por el CESP a través de la Secretaría General de Gobierno, indica que el estado de fuerza de las corporaciones municipales y estatales es de 20 mil 445 elementos y el 99% de ellos han sido evaluados.
Se explicó que no se tiene evaluado al 100% de los elementos debido a que constantemente hay altas y bajas en las distintas corporaciones de seguridad, pero se indicó que debido a los resultados obtenidos, el modelo de implementación de los exámenes de control y confianza que se utiliza en Jalisco se convertirá en el programa piloto para los demás estados de la república.

La Secretaría General de Gobierno aclaró que los 3 mil 28 no aprobados –en su mayoría policías municipales– no necesariamente tienen algún vínculo con la delincuencia organizada, pues pudieron no ser considerados no aptos por fallar en algún aspecto de las cinco pruebas que se les aplican.

En ese sentido, se indicó que los resultados de cada examen son comunicados de forma confidencial a cada elemento y a sus superiores, quienes tras analizar la información podrían solicitar una reevaluación del elemento para reincorporarlo a la dependencia.
Se considera que cerca del 90% de los policías que no aprobaron los exámenes de control y confianza son susceptibles de una reevaluación.

Para el gobernador, Aristóteles Sandoval, la acción de desarmar a los policías que resultaron no aptos tiene que ver con evitar la infiltración “silenciosa” del narcotráfico en las instituciones.
“Fue lo que combatimos los primeros dos años y tuvimos reacciones muy violentas del narco, pero superamos eso y vamos a seguir avanzando hasta no tener el control completo de las instituciones del estado, empezando por los municipios (…) teníamos que hacerlo, no me iba a quedar de brazos cruzados esperando a que esto siguiera permeando sin que se viera nada hacia afuera pero abajo todo estuviera podrido y enquistado de prácticas de control por parte del crimen organizado”, señaló el mandatario.