Cuatro bomberos han resultado heridos, tres de ellos de gravedad, en labores de extinción de los incendios que se registran en el sur de Francia, informó una fuente oficial. En el operativo participan más de 1.500 especialistas, entre bomberos civiles y militares. En un comunicado del departamento se hacía referencia a la extrema virulencia del fuego: «la situación está fuera de control, es muy potente y rápido. Sigue quemando todo a su paso, incluso las casas”
Los cuatro agentes afectados se vieron rodeados por las llamas en Hérault, según un portavoz del servicio de bomberos citado por la cadena «BFM TV».
Las altas temperaturas y los fuertes vientos han agravado la situación. Se han quemado varios centenares de hectáreas y se ha tenido que evacuar a los residentes de cuatro barrios de la localidad de Vitrolles, cercana a Marsella. AFP ha anunciado que más de 1.000 personas han sido evacuadas por el momento.
Las autoridades locales, según dijo a la misma cadena el director de gabinete de la Alcaldía, Frédéric Paris, han habilitado dos salas de deporte para albergar a los evacuados por el fuego, que según destacó está siendo «muy difícil de controlar». Más de 200 hombres, 50 camiones y tres aviones han sido movilizados para las tareas de extinción, que van a ser supervisadas hoy sobre el terreno por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
El diario «La Provence» añadió en su edición digital que uno de los focos, en Fos, ha penetrado en la zona industrial de esa localidad y el lugar en el que se encuentran tanques de la petrolera Esso.
La rapidez con la que se expande el fuego y las malas condiciones climáticas ponen encima de la mesa un peligro creciente para la ciudad de Marsella. La ciudad se encuentra a solo 30 kilómetros al norte de la ciudad. El ministro del Interior, Bernard Caseneuve, ha expresado su firme intención de «evitar la propagación por las ciudades, incluyendo Marsella».
El fuego, que avanza con rapidez, ya ha cubierto 2.700 hectáreas en todas direcciones. Sin embargo, el viento empuja al fuego hacia el sur, hacia la ciudad de Marsella, uno de los principales nucleos urbanos franceses. De momento la amenaza es baja, ya que los más de 1.500 bomberos desplazados confían en ser capaces de al menos pararlo antes de que llegue a la ciudad. Aun así, la extinción del incendio se prologará mucho más allá de cualquier éxito en frenarlo, según reconocieron fuentes del departamento de bomberos a la prensa galesa.
El transporte aéreo y por carretera se ha visto gravemente perturbados por el fuego cercano al aeropuerto de Marseille-Provence en Marignane. «Algunos vuelos comerciales que llegan a Marsella están siendo desviados a otros aeropuertos (Montpellier, Lyon, etc)» Y algunas líneas comienzan a estar suspendidas, como la que cubre el trayecto París-Marsella. También se ha cortado el tráfico en las autopistas A8 y A55.