SALTILLO, Coahuila.- La Diócesis de Saltillo denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Coahuila la desaparición del sacerdote diocesano Joaquín Hernández Sifuentes, vicario de la Iglesia Sagrado Corazón, de quien se desconoce su paradero desde el pasado 3 de enero.
A través de un comunicado, explicó que el sacerdote saldría de vacaciones y regresaría este sábado, pero no se llevó su maleta ni sus lentes y se teme que haya sido secuestrado, porque su habitación se encuentra desordenada y unos jóvenes se llevaron su vehículo.
Este sábado, la Diócesis local demandó la intervención de las autoridades policiacas y pidió a la comunidad católica y a la ciudadanía su apoyo para encontrar al religioso.
“Quienes tengan información pueden llamar al número de emergencias 911 o al de denuncia anónima ‘089’”.
Según el propio escrito firmado por Raúl Vera López, Obispo de Saltillo, Hernández Sifuentes tomaría vacaciones tras celebrar las misas de Año Nuevo, sin embargo, tuvo que realizar un viaje a Monclova por lo que inició su periodo de vacacional a partir del martes, contemplando la de reincorporación a su labor pastoral para el 7 de enero.
“El fraile Victor Sifuentes Méndez, amigo cercano del presbítero Joaquín Hernández Sifuentes, intentó comunicarse con él vía telefónica el pasado martes, pero no obtuvo respuesta”, expresa el comunicado.
“El padre Rodolfo Pachicano, párroco de la parroquia del Sagrado Corazón, informó que le dio unos días de vacaciones al padre Joaquín, por lo que realmente no se le hizo extraño que no respondiera llamadas, pero un vecino de la parroquia vio que el martes por la mañana, muy temprano, estaban dos muchachos entrando al auto del padre, pero no vio que el padre Joaquín estuviera con ellos, ni dentro del auto, sin embargo los jóvenes se llevaron el auto del padre Joaquín”, continua el reporte.
En el mismo comunicado comparten que el padre desaparecido, no contesta el celular desde el martes, además, de que observaron que su última actividad en Whatsapp fue el martes 3 de enero a las 17:30 horas.
Añaden que el fraile al no tener respuesta del padre Joaquín, “fue a la casa parroquial de la Aurora e ingresó al cuarto del sacerdote. Le extrañó que los cajones y el closet estuvieran abiertos, y la ropa de cama en el piso, porque el padre Joaquín Hernández, siempre conserva su habitación en orden”.
En la misiva comentan que el jueves 5 de enero, Fray Víctor regresó a la habitación del padre Joaquín y en ese momento se dio cuenta de que ahí permanecía la maleta de viaje del padre, aún con su ropa y pertenencias, como sus lentes, “mismos que necesita habitualmente para leer y manejar en automóvil”. (El Universal, con información de Vanguardia)