NUEVO LAREDO.- El “sueño americano” se convirtió en la peor pesadilla para una madre de familia de Nuevo Laredo, quien sufre la pérdida de su hijo mayor, el pequeño Roberto Daniel de seis años de edad.
Decidida a buscar una mejor vida, Lucero, de 22 años y sus hijos llegaron a la orilla del río Bravo, contactó a alguien para que la ayudara a pasar hacia Laredo, Texas, junto con sus tres hijos, así ella y otras personas intentaron cruzar el lunes 31 de julio.
Como Lucero no sabe nadar, parte del grupo la apoyaron con sus hijos para llegar al otro lado.
Ya en territorio de Texas, la Patrulla Fronteriza se percató del grupo y los interceptó, Lucero y dos de sus hijos fueron asegurados por los agentes, al igual que otras personas, pero no Robertito, al parecer, el pequeño y un hombre regresaron al agua para no ser detenidos, según algunas versiones, y solo quien salió a flote sin vida fue el niño.
El miércoles por la tarde, Bomberos de Nuevo Laredo acudieron al río Bravo para buscar el cuerpo de un niño y un hombre, que se habían ahogado, en primera instancia se dijo que eran padre e hijo, pero esta versión fue desmentida.
Aunque la madre de familia fue capturada por autoridades norteamericanas, quedó el libertad cuando supieron que el menor había muerto, la mujer regresó a Nuevo Laredo, donde siguió los trámites para recuperar el cuerpo de su hijo y hacer la ceremonia del sepulcro.
El menor fue velado en una capilla de la Funeraria Hernández, donde su madre fue acompañado por algunos amigos y familiares, y más tarde el pequeño sería enterrado en el Nuevo Panteón municipal, al sur de la ciudad.
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