Los negociadores del Gobierno y las Farc afirmaron ayer que las discusiones sobre el fin del conflicto están en una “dinámica positiva” y que trabajan a doble jornada con el propósito de lograr “un nuevo y decisivo paso hacia el fin de la guerra”.

“Ante la dinámica positiva que han adquirido las discusiones de los temas relacionados con el punto de fin del conflicto, (..) acordamos declararnos en sesión permanente con el propósito de llegar a acuerdos lo antes posible”, señalaron las delegaciones en un comunicado conjunto.

Los equipos negociadores retomarán los diálogos de paz el próximo martes 31 de mayo, tras un breve receso de cinco días, para seguir trabajando a doble jornada.

Las partes han trabajado seguido en la mesa de La Habana desde el pasado 11 de mayo, en sesiones de trabajo dobles, de mañana y tarde, que han servido para lograr dos acuerdos importantes: uno para blindar jurídicamente el futuro acuerdo de paz, y otro para sacar a los menores de 15 años que integran las filas de las Farc.

Según las partes, estos son “acuerdos vitales para la seguridad de todas las partes involucradas en el conflicto y medidas de confianza para la sociedad”.

Sobre el pacto para sacar a los menores de las Farc, las delegaciones indicaron que esperan que en los “próximos días” se concreten los “protocolos y plan transitorio de acogida” que permitan el regreso de los menores de 15 años de la guerrilla.

Ese acuerdo contempla que, una vez hayan salido los menores de 15 años, se elabore una hoja de ruta que permita la salida de todos los menores de edad que integran el grupo insurgente para que puedan retornar a la vida civil.

Durante los cinco días de receso, las partes trabajarán por separado para analizar diferentes propuestas que han intercambiado referentes al cese el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y la lucha contra organizaciones criminales, incluyendo aquellas consideradas sucesoras del paramilitarismo.

Darán análisis de igual forma a la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz; y las características y funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación que se desprende de la resolución 2261 del Consejo de Seguridad de la ONU.