Era tanta la desesperación de los seleccionados nacionales y del técnico Juan Carlos Osorio después de perder el partido por el tercer lugar de la Confederaciones, que comenzaron a echar culpas y buscar a quien cargarle el muertito de una derrota más.
Hasta hubo quien tuvo la sospechosísima idea de, incluso, culpar al mismísimo presidente de la FIFA, Gianni Infantino y su apretada agenda.
Resulta que antes del juego ante Portugal, se especulaba que en caso de empate no habría tiempo extra para ir directamente a los penaltis, debido a que Gianni y su comitiva tenían que viajar rápidamente a San Petersburgo para la final entre Alemania y Chile.
Al final, se jugó conforme a reglamento, pero entre algunos tricolores se comenzó a especular que el árbitro no quiso marcar el penalti sobre Moreno, para que el juego no se alargara más y así el presidente de la FIFA llegara a tiempo a la ceremonia de clausura. ¿Será?
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