COSTA RICA.- Autoridades policiales y judiciales de Costa Rica anunciaron que hoy miércoles en la madrugada desbarataron una red criminal que operó desde 2015 con una nueva modalidad para el contrabando aéreo de cubanos y que cobró unos 16 mil dólares por persona para trasladarlos de Ecuador y Perú a este país centroamericano con visas falsas de España y reenviarlos a territorio mexicano con pasaportes falsos costarricenses en ruta a la frontera de México con Estados Unidos.
La Policía de Migración y la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, de Costa Rica, informaron que en tres allanamientos capturaron a tres cubanos y a un costarricense que es oficial migratorio en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, el más importante de esta nación y a unos 20 kilómetros al noroeste de esta capital.
A diferencia de otras cadenas de “coyotes” o traficantes de cubanos, que por años dieron prioridad a la vía terrestre, el grupo movió a sus víctimas por aerolíneas comerciales, alertó Migración, en un recuento de hechos entregado a EL UNIVERSAL.
Los allanamientos ocurrieron en casas en Moravia y Tibás, suburbios en el norte de esta ciudad, y Alajuela, ciudad cercana al aeropuerto y a unos 22 kilómetros al noroeste de San José.
La Fiscalía reveló que “un casillero” de uso personal del oficial “también es objetivo de la investigación”.
Las autoridades confirmaron que detectaron a cuatro cubanos clientes del clan mafioso: dos fueron deportados de Costa Rica a Cuba, uno está retenido en esta nación por usar documento falso y otro está en un rango migratorio especial bajo indagación en este país, pero hay sospechas de más casos.
Según los informes oficiales, los detenidos son un cubano de apellido Gallard, de 47 años, alias “Zurdo” y líder del grupo, y dos cubanas de apellidos Gallard Almenares, de 22, y Barneta Argudín, de 49, hija y compañera sentimental del jefe, respectivamente. Los tres son costarricenses naturalizados y tienen varios años de vivir en Costa Rica; la Fiscalía identificó a una de las cubanas como Barrueta Adgudín.
El cuarto preso es un costarricense de apellidos Rodríguez Mora, de 30, funcionario de la Dirección General de Migración y Extranjería.
La red reclutó a sus víctimas en Cuba y las trasladó a Ecuador, porque aprovechó las ventajas migratorias de los cubanos para ingresar a suelo ecuatoriano.
Pese a que Ecuador decidió desde 2008 exonerarlos de visa, la restableció en diciembre de 2015 luego de que Nicaragua cerró en noviembre de ese año el paso terrestre a migrantes irregulares cubanos desde Costa Rica en ruta a EU y provocó la más grave crisis migratoria registrada en Centroamérica con seres humanos originarios de Cuba desde el triunfo de la revolución cubana en 1959.
No obstante, el flujo de cubanos sin visa sigue sin mermar en Centroamérica.
El nuevo sistema. El costarricense Esteban Obando, subjefe de la Policía de Migración, relató que tras obtener visa ecuatoriana, los cubanos reclutados viajaron a Ecuador y de allí en avión a Perú y Costa Rica pero con sus pasaportes de Cuba alterados con una visa falsa de España.
En una entrevista con este periódico, Obando narró que por Perú pasaron como viajeros en tránsito y que aunque Costa Rica les exige visa consular, pudieron entrar a este país con la visa española que se les convalida y les permite permanecer 30 días en suelo costarricense.
“Falsificaron una visa de la Unión Europea, como España, que se convalida con la visa consular costarricense. Así se aseguraron entrar a Costa Rica con su pasaporte cubano y estar al menos 30 días en este país. En el aeropuerto, un policía migratorio costarricense integrante de la red facilitó todo el proceso a pesar de que las visas eran falsas”, relató.
La organización coordinó con los cubanos el número de vuelo de Ecuador y Perú a Costa Rica y les instruyó para hacer el trámite en el puesto tres de las oficinas migratorias de esa terminal, donde Rodríguez Mora les esperó para agilizar su entrada a este país.
“El grupo se aseguró de que los cubanos fueran atendidos por este oficial, que les concedió el ingreso y garantizó su permanencia en el país. Una vez en Costa Rica, les alojó en una casa en Moravia. Estando allí, la red les buscó pasaportes costarricenses que adulteró y con los que los cubanos viajaron vía aérea a la Ciudad de México. Durante su estadía de unos 10 días en Costa Rica, los cubanos recibieron dinero del exterior para pagar el viaje a México”, informó.
A la capital mexicana entraron como costarricenses naturalizados y con documentos falsos porque nunca hicieron “ningún tipo de naturalización”, advirtió, al recordar que la estructura aprovechó que las personas nacidas en Costa Rica están exentas de visa para entrar a México.
Más dudas. Al preguntársele sobre el paso de México a EE.UU ante las nuevas restricciones migratorias estadounidenses a los cubanos, contestó que “eso es parte de la investigación, para saber si hay más personas involucradas, más funcionarios estatales en los diferentes países. Hay que determinar la ruta”.
La crisis de la migración irregular de cubanos se volvió a agravar desde el pasado 12 de enero, cuando el entonces presidente de EE.UU, Barack Obama, decidió derogar la política de “pies secos—pies mojados”, dictada en 1995 y que concedió preferencias migratorias a personas nacidas en Cuba al ingresar a territorio estadounidense.
“Pies secos—pies mojados” fue una reinterpretación de la Ley de Ajuste Cubano, promulgada por EE.UU en 1966, todavía vigente y a la que el gobierno de Cuba culpa de una migración ilegal, insegura y desordenada.
La ley fue reinterpretada luego de que en 1994 hubo una masiva migración irregular por mar de más de 32 mil cubanos. Con el cambio de 1995, los cubanos que llegaron a suelo firme estadounidense, sin importar que lo hicieran por vías ilegales, se acogieron a beneficios como poder trabajar y residir en EE.UU, mientras que los sorprendidos en el mar fueron devueltos a Cuba.
A partir de enero de este año, los cubanos que intenten entrar a EE.UU sin visa y sin condiciones para obtener ayuda humanitaria, no calificarán para acogerse a la ley y podrán ser deportados a Cuba.
Luego de la crisis de noviembre de 2015 hasta mediados de 2016, Centroamérica ha seguido registrando un incesante flujo de migrantes irregulares cubanos. Por el cierre de la frontera de Nicaragua con suelo costarricense, unos 10 mil cubanos que quedaron retenidos fueron llevados en 2016 en puente aéreo y terrestre de Costa Rica y Panamá a El Salvador, Guatemala y México para que siguieran a EE.UU.
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