MÉXICO.- Por sus afectaciones, así como las recomendaciones de las autoridades, seguramente has escuchado hablar sobre estos fenómenos y no sepas diferenciarlos. Por ello, en Unotv.com te decimos cuáles son las diferencias entre ciclón, huracán, tifón y tormenta tropical.
Y es que en nuestro país tenemos la temporada de ciclones entre el 15 de mayo y el 30 de noviembre en el océano Pacífico, y del 1 de junio al 30 de noviembre en el Atlántico. Aunque es algo aproximado, pues no es que siempre haya fenómenos iniciando en esas fechas.
Por ejemplo, este año el primer ciclón fue Alberto, y se formó el 19 de junio, mientras que en el otro lado del país fue Aletta, el 4 de julio, pues, aunque mucho antes empezaron a generarse varios fenómenos, nunca reunieron las condiciones para ser denominados ciclones.
¿En qué es diferente un ciclón de un huracán o un tifón?
Para entrar en este tema, primero hay que revisar qué es lo que define un ciclón, ya que podría decirse que esto es la base de sus diferencias. La mayoría de esas según la región geográfica donde se desarrollan.
Esto, cuando la temperatura del agua del mar supera los 26 °C y asciende hacia la atmósfera, siendo el aire caliente y la humedad lo que alimentan estos fenómenos meteorológicos. Además, se caracteriza por sus fuertes vientos y lluvias extraordinarias.
Mientras que, por la ubicación de nuestro país, al desarrollarse en aguas tropicales, sin frentes y en sentido contrario a las manecillas del reloj, en esta región los ciclones son llamados ciclones tropicales.
Aquí entran los términos huracán y tormenta tropical, pues este tipo de fenómenos, los ciclones y ciclones tropicales, van cambiando de clasificación según va aumentando o disminuyendo la velocidad de sus vientos, quedando de la siguiente forma:
- Perturbación tropical: vientos ligeros en superficie
- Depresión tropical: vientos máximos hasta 61 km/h
- Tormenta tropical: vientos máximos de 62 a 87 km/h
- Huracán: vientos máximos mayores a 116 km/h
A su vez, al llegar a la clasificación más alta, la de huracán, a estos fenómenos se les cataloga en cinco categorías según la escala Saffir-Simpson, de acuerdo con la velocidad de sus vientos, así como los daños que pudieran ocasionar:
- Categoría 1: vientos de 119 a 153 km/h, con riesgo menor a construcciones, y posibles daños en carteles y vegetación.
- Categoría 2: 154 a 177 km/h, con riesgo de destrucción en edificios, pero sin daño estructural, así como daño al tendido eléctrico y vegetación.
- Categoría 3: 178 a 208 km/h, con daños a la estructura de edificios pequeños, servicio eléctrico y de agua, e inundaciones en la costa.
- Categoría 4: 209 a 251 km/h, con amplios daños en viviendas, techos y paredes (aconsejan evacuar hasta a 3 km tierra adentro).
- Categoría 5: Más de 252 km/h, con daños importantes a edificios y vegetación (aconsejan evacuar hasta a 6 km tierra adentro).
Entre el huracán y el tifón
Así, mientras el Centro Nacional de Huracanes (NHC) define los huracanes como aquellos ciclones tropicales con vientos de más de 116, o 119 kilómetros por hora, llega la hora de los tifones y ciclones.
Esto es más sencillo, pues un tifón no es más que un huracán que, en vez del Atlántico y el noreste del Pacífico, se formó en el Pacífico noroeste, por Japón, Corea y China. Siendo que en el Pacífico sur y el océano Índico se les llama simplemente ciclones.
En este sentido, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) destaca que, aunque está en la zona de tifones, en Filipinas a esta clasificación de ciclones se le llama baguío.
En tanto que tienen el nombre más curioso en Australia, donde se les conoce como willy-willies o Willy Willy, además de que, por ubicarse en el hemisferio sur, sus vientos circulan en el sentido de las manecillas del reloj.
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