Un chivo se entretuvo por un buen rato irrumpiendo en una oficina a la que nunca entró.
Y es que el animal únicamente se dedicó a romper con sus cuernos la puerta y parte de las ventanas. Los golpes que daba eran tan fuertes que los cristales salieron volando.
Lo peor es que ni con el camino libre se decidió a entrar, pues el ruido de los vidrios lo asustó y optó por retirarse.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!