El Pentágono señaló este martes que aunque prefiere mantener la diplomacia como primera opción para tratar la crisis con el régimen de Corea del Norte, las disposiciones están acompañadas por el poder militar estadounidense.
“Muchos han hablado sobre las opciones militares como un tema impensable con respecto a Corea del Norte. Amigos, debo imaginar lo inimaginable. Y eso son los misiles nucleares dirigidos a Los Angeles, a Honolulu, a Seúl, a Tokio, a Sidney, a Singapur”, advirtió Harry Harris, jefe del Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas de EEUU, en un foro anual realizado en Singapur.
En ese sentido, señaló que tanto el presidente, Donald Trump, como el secretario de Defensa, Jim Mattis, buscan alternativas en su área: “No vienen a pedirme soluciones económicas o diplomáticas. Me piden opciones de poder duro y eso es lo que les doy”.
Harris evitó detallar si estos planes contemplan un ataque preventivo. En su descripción sobre Kim Jong-un, lo llamó un “temerario dictador” y advirtió que el programa militar norcoreano que “combina cabezas nucleares con misiles balísticos en las manos de un líder volátil es una receta para el desastre”.
Tras varios lanzamientos de misiles norcoreanos, Trump y Kim protagonizaron en las últimas semanas un intercambio de declaraciones beligerantes. El mandatario estadounidense llegó incluso a amenazar en septiembre con “destruir totalmente” Corea del Norte, mientras que la dictadura comunista indicó este lunes a la ONU que no negociará el desmantelamiento de sus armas nucleares mientras Estados Unidos no abandona su “política hostil”.
El embajador adjunto norcoreano ante Naciones Unidas, Kim In Ryong, dijo al Comité de Desarme de la Asamblea General que la situación en la península coreana ha llegado a un punto tan álgido que “puede estallar una guerra nuclear en cualquier momento”.
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