La mayoría de las personas considera que la canela es sólo un saborizante, pero la realidad es que pertenece desde hace mucho tiempo a la medicina tradicional china, donde se le atribuyen muchos beneficios comprobados ya por estudios científicos: ayuda para tonificar y mejorar la digestión y la absorción de alimentos, combate diarreas crónicas, ayuda a combatir la flatulencias y la indigestión, puede ayudar en cuadros de bronquitis y sinusitis, mejora la menstruación, combate cólicos menstruales, tonifica la circulación y fortalece al corazón e incrementa la energía.
Cinnamon burmannii en una dosis de 6 g por cada 100 ml mostró propiedades para controlar la glucosa en sangre en individuos sanos y diabéticos. Este efecto, se relaciona con sus polifenoles solubles en agua, los cuales poseen una acción similar a la insulina.
Su composición química incluye aceite esencial (5 a 20 ml/kg) constituido mayoritariamente por derivados fenilpropánicos: E-cinamaldehido (60-75%), eugenol (1-5%), acetato de cinamilo (1-5%) y números componentes monoterpénicos (linalol, cineol) y sesquiterpénicos (beta-cariofileno) en menor concentración. Contiene además almidón, mucílago, resina, ácidos fenólicos, diterpenos policíclicos y proantocianidinas.
Te lo recomiendo como un digestivo 30 minutos antes de cada comida, además te ayudará a controlar las variaciones de glucosa en sangre si padeces de diabetes o resistencia a la insulina, inclúyelo en forma de té o como complemento en tus postres; ¡1 cucharadita de canela sólo tiene 6kcal!, agrégale este sabor tan peculiar a tu día a día y más ahora que empiezan el invierno.
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