Muchos lo llaman el “Día cero”, el momento en el que una ciudad se queda sin una gota de agua en sus grifos para abastecer a sus habitantes. Ese día estaba marcado hoy en rojo dentro del calendario de los vecinos de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) donde desde el pasado 1 de febrero solo se permite consumir unos 50 litros de agua al día por habitante. Las restricciones van desde no tirar de la cadena a menos que sea necesario, no lavar el coche, ducharse en tiempo récord hasta hacer programas más cortos en la lavadora. Ninguna gota ha podido echarse a perder.
Según las proyecciones de expertos respaldadas por la ONU, la demanda global de agua en el año 2030 superará el suministro en un 40%. Todo ello debido al cambio climático, crecimiento de la población y la acción humada hace peligrar la vida en algunos lugares del mundo.
Sin embargo, Ciudad del Cabo no es la única ciudad con un futuro cuestionable a la vista, varias ciudades están en el punto de mira ante este riesgo y estas son algunas de ellas.
Sao Paulo
La ciudad brasileña ya vivió una crisis del agua el año pasado y en el año 2015 sus reservas hídricas cayeron por debajo del 4% dejando a la ciudad sin apenas agua. Cada vez son más frecuentes las sequías, ha aumentado el número de fuentes contaminadas y también la población (44 millones de habitantes). Todos estos factores influyen a la hora de que São Paulo sea una de las ciudades con más posibilidades de quedarse sin agua en un futuro próximo.
Bangalore
La ciudad india, capital del estado de Kamataka, tiene un problema vital en su sistema de tuberías y alcantarillado donde se pierde buena parte del agua potable que debería llegar a sus 12 millones de habitantes.
Bangalore recibe además unos 800 millones de litros de agua al día, más que otra ciudad de la India, pero los anteriores problemas de gestión del agua seguidos de la escasez de agua en los meses de verano hacen que la situación sea cada vez más crítica en la región. A todo ello se le une la contaminación de los lagos de la ciudad: el 85% de sus aguas solo puede usarse para riego y refrigeración industrial.
No es un problema nuevo, en el año 2016 la ciudad vivió graves protestas por el reparto de agua del río entre dos estados del país, algo que ya lleva arrastrando desde hace décadas.
Pekin
La ciudad china ha perdido entre el año 2000 y 2009 hasta un 13% de sus reservas hídricas. Al igual que en la India, la contaminación de sus aguas superficiales impide su consumo, pero también su uso para la agricultura o la industria, lo que obliga a usar recursos potables para estos fines.
Aunque China tiene un 20% de la población mundial solo tiene un 7% del agua potable. ¡Solo hay que hacer números!
El Cairo
Cada año en el río Nilo se pierden tres millones de metros cúbicos de agua por la evaporación asociada a las altas temperaturas. Además, el rápido crecimiento de la población y su expansión agrícola hace que cada vez se necesite más agua. Aun así, el Cairo, intenta ahorrar agua. Mientras el limite global del consumo está en 1000 metros cúbicos, allí consumen 700. La ONU vaticina que el país se enfrentará a una escasez de agua critica en el año 2025.
Moscú
La época industrial en Rusia pasó mucha factura al país, especialmente en su bien más preciado: el agua. Y es que en Rusia se encuentra una cuarta parte de las reservas de agua dulce del mundo, pero la mayoría de sus aguas están contaminadas por esa época industrial.
La capital del Kremlin está plagada de problemas heredados de la época soviética y es otra de las ciudades que se enfrenta a un agotamiento de sus aguas.
Estos son solo algunos ejemplos, pero no los únicos. Otras ciudades globales que podrían encontrarse en una misma situación en el futuro son Yakarta, Estambul, Ciudad de México, Londres o Miami. En nuestra mano esta frenar lo que parece inevitable por suceder.
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