Qué más quisiera el gobierno del actual presidente de la república, Enrique Peña Nieto, que todo lo que se hablara del Estado donde Villa depuso las armas fuese alentador y extraordinario.
Sin duda alguna el ampuloso y extremoso Estado de Coahuila es una tierra tan prodigiosa y colmada de favores históricos, naturales y culturales que no por nada tiene en su haber la firma del Plan de Guadalupe, redactado por el General Venustiano Carranza en una hacienda de Ramos Arizpe, cinco Pueblos Mágicos y otros en la mira y una gran variedad de ecosistemas que lo hacen único en todo el norte del país. Lo envuelve el misterio de las dunas de Bilbao y los fenómenos extrasensoriales de Cuatrociénegas; la vastedad de la reserva natural de Boquillas del Carmen, los parajes nevados de Arteaga y la fastuosidad sagrada de los Kikapú. Agreguemos el descubrimiento de los yacimientos de gas shale en la Cuenca de Sabinas, cruzando territorio de Melchor Múzquiz y Piedras Negras. Según el actual gobernador Rubén Moreira Valdés, su explotación se convertirá en un detonante económico que cambiará la vida de los residentes de la entidad.
Hablando de todos estos beneficios, este Estado fronterizo con la Unión americana se ha convertido en un punto referente de inversión para países que como Japón y China han venido a cerciorase de las cualidades que tiene y no sólo eso, ya se tiene una fuerte relación que promete crecimiento e intercambio cultural y comercial.
Como se dijo al inicio, qué más quisiera el actual gobierno que todo lo que se hablara de Coahuila fuese alentador y extraordinario, pero lo cierto es que a la par con ese futuro tan prometedor que centellea encandilando territorios del Sol Naciente, hay una verdad que incomoda tanto a los mexicanos que sin desearlo, este mismo Estado se ha ido convirtiendo en el hijo incómodo, en la entidad que va develando más y más una horrible historia de impunidad, sangre y tortura.
Una de las razones que de un modo literal ha puesto a este Estado de la República mexicana en el ojo interesado del planeta entero son los recientes hallazgos de un sinnúmero de piezas pertenecientes a extintos seres vivos… bueno, al llegar a este punto debemos aclarar que nos referimos tanto a encuentros de piezas esqueléticas de cuerpos humanos como de animales prehistóricos. Quisiéramos decir que los restos humanos son de seres primitivos pertenecientes a los Comanches, Coahuiltecos, Tobosos, Cartujanos, Laguneros u otras tribus que vivieron por esas tierras mucho antes de la llegada de los españoles, pero desafortunadamente son de personas que no hace mucho caminaron por acá y que por causas de la impiedad humana terminaron enterrados secretamente en un sitio u otro a lo largo y ancho del Estado.
Hace unas semanas un paleontólogo originario del vecino Estado de Aguascalientes, José Rubén Guzmán, tuvo a bien descubrir restos fosilizados de un raro espécimen de dinosaurio que habitó, según sus cálculos, por estos territorios hace ya algunos 72 millones de años… del mismo modo, pero como algo que colapsó las conciencias de muchos de los coahuilenses, la policía estatal de Coahuila notificó que en semana y media encontró por lo menos quinientas secciones de restos humanos en el norte de nuestro Estado, todo como parte de un operativo de localización de personas desaparecidas a manos del denominado Crimen organizado. Les bastaron algunos perros, un equipo para detectar cuerpos enterrados a más de diez metros bajo tierra y claro, buenos investigadores para lograr tal cometido. Zaragoza, Piedras Negras, Morelos, Jiménez, Allende, Unión, Nava, Monclova, Hidalgo y Guerrero fueron los municipios en los que los criminales efectuaron dichos enterramientos clandestinos.
Hace algunos años se encontraron en la Región Carbonífera de Coahuila, casi cien sitios con huesos de dinosaurios y una senda hecha piedra con 207 huellas de cuatro dinosaurios distintos. Ha sido en Rincón Colorado, un ejido de General Cepeda, donde en algunos años se han encontrado tan valiosos descubrimientos convirtiendo al lugar en uno de los más importantes cementerios de dinosaurios en el continente americano. En la actualidad es el Museo del Desierto quien resguarda estas importantes piezas. Entre las más valiosas podríamos citar el ya famosísimo sabinosaurio, dinosaurio herbívoro encontrado en Sabinas, así como el Coahilaceratops, dinosaurio de Múzquiz, cornudo de 6.5 metros de altura… pero creo que nada impresiona más que los restos que iban desde dientes y partes de huesos que en su conjunto terminaron siendo más de 3147 piezas, pero de seres humanos de hoy que vivieron en la Región Laguna. Los restos fueron localizados en el ejido Patrocinio, perteneciente al municipio de San Pedro de las Colonias.
No hace muchos años se descubrió al llamado Monstruo de Arramberri y el Ictiosaurio, ambos animales acuáticos y de colosales dimensiones, pero también la semana pasada, investigadores coahuilenses detectaron más de 9000 restos óseos en otro paraje de San Pedro de las Colonias llamado Santa Elena. En este caso no fue ningún cambio climático lo que causara la extinción de dichas personas, sino una vez más, la horrible mortandad causada por el ser humano en su búsqueda por el poder. Restos de cráneo, vertebras, fémur y algunas piezas dentales con las mismas características a las que se han hallado en otras partes del Estado.
Así como El prestigiosos Museo del Desierto resguarda importantísimas piezas paleontológicas que en la actualidad están bajo el escrutinio de verdaderos científicos, del mismo modo hay en poder de los investigadores policiacos más de 33 cadáveres sin identificar en estatus de investigación, ocho son del municipio de Acuña y 25 de Allende.
No sería nada difícil vivir en un territorio tan vasto e inhóspito como el de Coahuila si sus habitantes tuvieran la plena confianza de que se vive en paz. Son muchos los que se preguntan si las promesas de seguridad que el actual gobierno tanto proclama son verdaderas o no. Se vive con cautela, escudriñando cada paso por la calle, mirando con inseguridad a diestra y siniestra. Más de uno se cuestiona si el actual gobernador de Coahuila y a causa de la criminalidad en que se vive, no se verá envuelto al terminar su período, en sospechas. En la posibilidad que de pronto se encuentre en esa lista de ex gobernadores más buscados. Sea como fuere Coahuila huele a cuerpos expuestos y a derechos violentados, pero también ha una vastedad histórica que poco a poco va hablando por sí misma cada que los antropólogos van develando los misterios del pasado y eso, eso sí huele mejor. Adieu.
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