Los aspirantes demócratas a la nominación presidencial, Hillary Clinton y Bernie Sanders, se enfrentaron este jueves por la noche en el primer debate tras el contundente triunfo del senador por Vermont en las primarias de New Hampshire y a unos días de las primarias en Nevada.
Ambos se enfrascaron en una dura batalla para presentarse como la mejor opción para impulsar una reforma migratoria amplia y justa y se acusaron mutuamente de no haber estado a la altura ante la crisis humanitaria que padecen de 11 millones de indocumentados.
“Si llego a la presidencia impulsaré una reforma migratoria que incluya una vía a la ciudadanía. Y si el Congreso no la apoya iré más allá de las órdenes ejecutivas que ha puesto en marcha el presidente (Barack) Obama”, prometió el senador por Vermont, Bernie Sanders.
“Yo siempre he estado a favor de una reforma migratoria. Lo que es más, yo sí apoyé el proyecto de reforma de 2007 que impulsó el senador Ted Kennedy”, respondió Clinton, aludiendo así a que Sanders no respaldó ese proyecto, que finalmente fracasó pese a tener apoyo bipartidista.
Sanders reviró acusando a Clinton de haber alentado el cierre de fronteras para los niños que huían de la violencia en Centroamérica en 2014. “Tendríamos que haberlos recibido”, subrayó. Y cuando Clinton respondió que se tomó esa medida para enviar un mensaje, debido a los riesgos que corren los menores en su travesía hacia EU, Sanders respondió que los niños y sus madres son las personas “equivocadas” para enviar un mensaje, lo que desató los aplausos de los presentes en el debate, realizado en la Universidad de Wisconsin, en la ciudad de Milwaukee.
Ante el avance de Sanders en las encuestas, y tras lo ocurrido en New Hampshire, Hillary pasó este jueves a la ofensiva para exigir a su rival no ofrecer una “revolución política” que no podrá cumplir. Sanders le respondió que sus propuestas no sólo son viables, sino que son un reclamo de justicia de aquellos sectores cansados de vivir en la marginación y la exclusión. “Aún no está en la Casa Blanca”, le dijo Sanders a Clinton para cortar un discurso en el que la ex secretaria de Estado repitió varias veces “cuando llegue a la Casa Blanca…”.
“Clinton dejó en evidencia que su campaña está preocupada. Y lo tiene que estar porque las últimas cifras de la campaña de Sanders confirman que está recuperando terreno en Nevada y Carolina del Sur”, consideró el analista Geoffrey Skelley.
En cuanto a Sanders, el experto en demoscopia Harry Enten señaló que el precandidato “sabe que necesita recortar distancias ante Clinton en Carolina del Sur y Nevada si acaso quiere tener expectativas de victoria en el sur y a nivel nacional”. De ahí que haya decidido mostrarse más a la ofensiva.
Aunque aún no se conocen cifras fiables en Nevada, la mayoría de los analistas coinciden en que Clinton lleva una ventaja considerable, mientras que en Carolina del Sur el cómputo de encuestas de RealClearPolitics da a Hillary 62% de intención de voto, contra 32.5% de Sanders.