Aunque parezca paranoia y un caso de baja probabilidad, científicos, corporaciones de seguros, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, se preparan para una tormenta solar geométrica que podría afectar a nuestro planeta.
Las instituciones han llamado con urgencia a realizar investigación, un plan de prevención y estrategia de mitigación para afrontar las consecuencias de una, poco probable, tormenta solar de gran magnitud.
Algunas de los efectos de este fenómeno serían el daño a satélites de comunicación y GPS, apagón de computadoras y teléfonos celulares, suspensión de servicios eléctricos por semanas o años e incluso consecuencias a la salud de los astronautas.
Daniel Baker, director del Laboratorio de Física Atmosférica Espacial de la Universidad de Colorado-Boulder comentó que “una vez que los sistemas empiezan a fallar, (los cortes de energía) pueden multiplicarse en cascada de maneras que ni siquiera podemos concebir”.
Además, el evento tendría consecuencias millonarias. Una poderosa tormenta solar afectaría entre 20 y 40 millones de ciudadanos en EU, con una duración de 1 a 2 años, y el costo de la recuperación sería entre 600 mil millones y 2.6 billones de dólares.