Vicente se llevó la mano a la oreja para escuchar mejor a su público, ese que lo siguió por 56 años y que, ahora, junto con él, oía sonar “Las Golondrinas”.
El papá de los Fernández trasladó luego el puño cerrado al costado izquierdo de su pecho, en señal de amor, mientras que en la primera fila su familia encabezada por su esposa Cuquita y Vicente Jr, aplaudía.
Antes Thalía, Río Roma, Paty Cantú y Marco Antonio Solís habían interpretado a través de un video grabado la canción “El Rey” para referirse al “Charro de Huentitán” que, ayer sabádo, dijo el adiós definitivo a los escenarios.
“Chente”, como le dice la vox populi, no habló esos últimos segundos acompañado de mariachi.
Ya había dado su talento por poco menos de cuatro horas y cerca de 40 canciones. Ya había bebido varios vasos de tequila, quebrádosele la voz en un par de ocasiones mientras daba un mensaje e invitado en no menos de diez ocasiones a que los asistentes corearan sus canciones.
El archivo de video marcará que “A mi manera” y “México, lindo y querido” fueron las últimas interpretaciones, en vivo, del también actor.
Se enfundó en la bandera mexicana y hasta se dio el tiempo para mandarle un mensaje, sin decir su nombre, a Donald Trump, quien pretende ser presidente de Estados Unidos.
“Hay un méndigo candidato en EU que quiere lanzarse a la candidatura y yo digo que el día que lo encuentre, voy a escupirle la cara y mentarle su madre”, exclamó recibiendo el apoyo generalizado de los asistentes por las que corrieron litros de cerveza y kilos de hamburguesas.
Las tablas de “Chente” son varias. Así que hasta puso alegres a los granaderos que tenían la misión de guardar el orden en el Estadio Azteca: cuando el mariachi tocó las notas del “Jarabe tapatío”, un par de elemento comenzaron a chocar su escudo contra la tarima donde se encontraban, siguiendo el ritmo.
Y también fueron ellos quienes no dejaron de ver hacia el escenario cuando, minutos antes de la despedida, volaron miles de papelitos blancos para enmarcar el momento cumbre de la madrugada.
“Mis hijos me dicen: papá, ya no tomes tanto (en el escenario), pero llevo 56 años años gozando del cariño de ustedes (la gente) y creo es justo me tome unas cuantas copas para recordar tantos años de dicha y cariño de ustedes”, expresó en su momento el intérprete.
La última imagen de Vicente será de él con su mano haciendo bocina en su oreja y en su pecho. También dando una vuelta total sobre su eje, agradeciendo con su sombrero y el brazo extendido.
Y claro, “Las Golondrinas”, el tema clásico de las despedidas.
Una vez fuera del estadio, a bordo de los camiones que cobraban 10 pesos a los pasajeros para llevarlos al metro Tasqueña, muchos ya se preguntan cuándo saldrá el siguiente álbum para comprarlo, porque esos sí, seguirán editándose.
“Chente” se retiró. Pero sigue.