La última cena y lavatorio de pies fue celebrado en la misa de eucaristía ante un lleno total de la Catedral del Espíritu Santo la tarde de este jueves.

El obispo de Nuevo Laredo, monseñor Enrique Sánchez Martínez fue quien ofició la misa acompañado del sacerdote Rogelio Lozano Alcorta e hicieron la representación de lavado de pies a los discípulos y bendijeron el pan a los feligreses.

“Es de gozo y alegría acercarnos con la gente, lavamos los pies en representación como lo hizo Jesús a sus discípulos, con esto queremos representar y dar el mensaje del mandamiento de Dios, de amarnos unos a otros” dijo el obispo en entrevista.

Durante la misa, dijo a los cientos de fieles que el amor al prójimo se está perdiendo, pues la gente económicamente poderosa, trata de amasar y controlar al mundo, ya que dijo son los que organizan guerras destruyendo la fe entre los mismos seres humanos.

“Dios nos dejó los mensajes y los mandamientos que hay que respetarnos, amarnos y no matarse entre los mismos, que es lo que se está perdiendo como sociedad, la cual cada vez está más quebrantada en la confianza y humildad” comentó.

Durante la entrevista el monseñor Enrique Sánchez mencionó que también ofició una misa en este jueves santo en la cárcel, donde lavó los pies a 11 mujeres y un hombre, mostrando un acto de humildad para compartir y demostrar que entre todos podemos ser amables, respetuosos y amigables.

Al final llevaron al santísimo al monumento preparado dentro de la catedral, como lo hizo Jesús a orar después de la última cena en el huerto de los olivos.