“Carrie, el musical” busca protagonista; Daniela Luján se apunta

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La obra de teatro “Carrie”, el musical, basada en la clásica novela de Stephen King y que ha cautivado Off-Broadway desde 2012, llegará a México el próximo 4 de marzo en corta temporada al teatro del Hotel NH, donde ya comenzaron a hacerse las audiciones para esta puesta en escena que de seguro te dejará sin aliento.

Así como lo leíste: Laura Cortés, Daniela Luján y otros actores ya se presentaron en el teatro de Amberes, esquina Liverpool, en la colonia Juárez, para hacerse de un lugar en este montaje, que combinará suspenso, terror y efectos especiales y que aquí en México estará bajo la dirección de Fernando Canek, quien participó también en la traducción.
“Habrá funciones previas a partir del 26 de febrero”, informó su productor Sergio Arroyo, quien se declara emocionado con este proyecto, al que califica como una “escalofriante experiencia musical”.

La apuesta, indicó, es hacer la mejor versión en español de este montaje, para lo cual “hablamos con Rodgers & Hammerstein (la agencia que maneja los derechos de la obra original) y estamos trabajando de la mano de Nueva York”.
Actualmente, comentó, realizan las pruebas de sonido y están en la etapa de audiciones,

pues esperan la próxima semana ya tener firmado el elenco; en total, serán 14 actores en escena y cinco músicos que ejecutarán en vivo.

La dirección musical y vocal estará a cargo de César Díaz, las coreografías son montadas por Alex Valdez y la escenografía de Ricardo García Luna, quien tendrá el reto de ambientar escenas en 360 grados, pues la idea de innovar en este montaje busca crear una experiencia inmersiva.

Así es: “Desde que usted arribe al teatro, podrá sentirse dentro del gimnasio ya destruido por Carrie, pues la obra comienza justo cuando culmina la destrucción y alguien comienza a relatar a la policía los terroríficos hechos allí ocurridos”.

Habrá mucha actuación, utilería y efectos especiales en un espacio no tradicional, aunque Arroyo se mostró optimista pues al menos en Nueva York se trabaja en espacios reducidos, apostando a la calidad actoral más que a la parafernalia en escena: “En teatros pequeños se pueden hacer obras asombrosas”, destacó.