“Oops!… i did it again”, es lo que podría estar diciendo en estos momentos Britney Spears, gracias al revuelo que ha causado su nueva travesura, en la cual robo ropa, comida y hasta un bolso a la vista de todos y sin que nadie haga nada, teniendo como cómplice a la conductora Ellen DeGeneres.
Se trata de un vídeo que DeGeneres preparó con la cantante, como una forma de conocer la reacción de la gente cuando ambas llegan a un centro comercial y hacen lo que se les antoja, con el argumento de que son famosas y eso basta para que se les permita todo. Con tan sólo unas horas publicado en el canal de Youtube de The Ellen Show, el video lleva ya más de 244 mil visitas, y forma parte de las dinámicas de promoción que Spears está haciendo para promocionar su álbum Glory. Unos días antes se pudo ver a la cantante en el Carpool Karaoke del presentador James Corden.
Pero esta no es la primera ocasión que Britney causa conmoción, durante la entrega de los MTV Vídeo Music Awards de 2003, como parte del número que montaron ella, Madonna y Christina Aguilera, hubo un apasionado beso entre la princesa y la reina del pop, que en su momento dejó a más de uno con la boca abierta por la sorpresa, incluido Justin Timberlake que en ese momento era pareja de Spears, una escena que se ha convertido en icónica dentro de la historia de estos premios y esa década.
Una noche loca en en la ciudad del pecado, Las Vegas, Nevada, llevó a la interprete de “Toxic” a un matrimonio de 55 horas, con uno de sus amigos de la infancia. Britney contrajó matrimonio con Jason Allen Alexander en la Little White Wedding Chapel, el 3 de enero de 2004, pero en cuanto se corrió la noticia de este enlace, de inmediato su equipo legal hizo los trámites necesarios para anularlo, alegando que la cantante no se encontraba en condiciones (en estado de ebriedad) para estar consciente de lo que hacía.
El trío conformado por Britney Spears, Paris Hilton y Lindsay Lohan dieron mucho de qué hablar en 2007, con sus desenfrenadas salidas nocturnas. En una de esas juergas la cantante no tuvo cuidado al bajar del lujoso auto de Hilton, y dejó al descubierto lo más íntimo de su fisonomía, ya que no llevaba ropa interior, momento que fue inmortalizado por un paparazzi que hizo girar las imágenes por todo el mundo, aunque no fue la única ocasión que sucedió esto.
Ese mismo año el declive en la carrera y vida de la princesa del pop era evidente, pero la gota que derramó el vaso fue cuando tomó una máquina para cortar el cabello y rapó ella misma su rubia cabellera, cuando la encargada del salón de tatuajes Sherman Oaks, en Los Angeles, se negó a hacerlo, de ahí vinieron situaciones de total descontrol para la cantante, que la la llevaron a una clínica de desintoxicación, visitas a la corte, la perdida de custodia de sus dos hijos y el vivir bajo la vigilancia de su padre, James Spears.
En su reaparición en los premios MTV, que sucedió también en 2007, Britney tuvo la actuación más desastrosa de su carrera, cuando apareció con una peluca rubia, unos kilos de más, ropa unas tallas más pequeña y poco adecuada para su actual cuerpo, cero agilidad en el escenario, y ni hablar de su poca habilidad de sincronizar sus labios con la pista de su tema Gimme More, en sí, fue la comidilla de esa noche.