NUEVO LAREDO.- La Procesión del Silencio de este Viernes Santo lo vivieron cientos de cristianos y católicos caminando más de 4 kilómetros, representando el acompañamiento en silencio a María en el sufrimiento que padeció su hijo Jesús en el Viacrucis.
“María ahora llora por su hijo muerto, María señora de la piedad concédeles a todas las madres recibir siempre a sus hijos, con los brazos abiertos, con su regazo abierto, vengan como vengan, después de las tormentas, naufragios, problemas, fracasos, así como tu recibiste a tu hijo Jesús, anima señor también a los hijos”, dijo en su mensaje el Obispo Monseñor Enrique Sánchez Martínez.
Dijo que en la Semana Santa es el momento de recapacitar y reflexionar para perdonar, pues de igual forma los hijos estén como estén, quieran y decidan regresar al regazo de la madre, se pueden recomponer todas las rupturas, llanto, dolor y así los hijos destrozados por la vida o por el odio, regresen con su madre.
La Procesión inició desde el exterior de la parroquia Santo Niño en la Plaza Benito Juárez por toda la calle Guerrero hacía la Catedral Espíritu Santo, en la colonia Madero donde culminó con el sermón del pésame y posterior rosario solemne del pésame, conocido también como corona dolorosa.