La moderación en el discurso se está apoderando de la campaña del candidato republicano Donald Trump, y su efecto ha llegado a una de las propuestas más agresivas de su candidatura: la expulsión de migrantes sin papeles.
El magnate, quien basó su ascenso al trono conservador en un mensaje antiinmigración y favorable a la deportación de los más de 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en Estados Unidos, dejó la puerta abierta a plantear una opción menos contundente.
La primera señal del cambio de propuesta migratoria la planteó su nueva jefa de campaña, Kellyanne Conway, quien dijo a CNN que los planes de deportación todavía “están por determinar” y desarrollar. Las palabras de Conway supusieron un terremoto en la base republicana. Trump tuvo que salir este lunes a aclarar que las palabras de Conway no significan un giro en su plan; sin embargo, admitió que trabaja en una propuesta “justa” y “firme”.
“No, no estoy cambiando de opinión”, aclaró a Fox News. “Tenemos que ser muy firmes, muy fuertes, con las personas que vienen [a Estados Unidos] ilegalmente”, añadió.
Esta semana Trump está intentando suavizar el tono hacia los votantes hispanos. El sábado tuvo su primera reunión con su nuevo consejo asesor para asuntos hispanos, a quienes prometió rebajar su discurso migratorio hacia un mensaje más “humano”.
El candidato republicano no se había planteado modificar su plan para combatir la inmigración: hace un año decía categóricamente en una entrevista en NBC que los inmigrantes indocumentados debían, simplemente, “irse” del país; el muro en la frontera parecía innegociable, y la creación de una “fuerza de deportación” era prácticamente un hecho.
El intento de suavizar el mensaje en temas migratorios tiene un objetivo: mejorar sus números entre la comunidad hispana, especialmente en estados como Florida, Virginia y Colorado. Al día de hoy, sólo 20% de los hispanos estaría dispuesto a plantearse votar por el magnate.
Sin embargo, el equipo de Trump deberá hacer equilibrios para que esto no afecte la preferencia de la base electoral que se movilizó en las primarias seducidas por el discurso radical.
Se tiene previsto que el jueves el candidato republicano presente en Colorado algunas de las líneas sobre la inmigración en Estados Unidos.