Más de 60 civiles murieron ayer en bombardeos en la provincia siria de Idleb y en la ciudad de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Este recrudecimiento de la violencia tuvo lugar horas antes del término de una tregua de 72 horas, previsto en la medianoche.

Damasco había decretado este cese el fuego, que no incluía a los grupos yihadistas, con motivo de los festejos al término del mes de ayuno del Ramadán.

Al menos 34 civiles murieron, entre ellos varios menores, y 200 resultaron heridos por bombardeos de los rebeldes contra los barrios del oeste de Alepo controlados por el régimen, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

La agencia de prensa oficial Sana informó por su parte de 23 muertos y 140 heridos “por disparos de cohetes de grupos terroristas que violaron la tregua”.

Alepo, dividida desde julio de 2012 en sectores rebeldes y barrios progubernamentales, es una de las plazas estratégicas del conflicto.

También en Alepo, seis civiles, entre ellos tres niños, perdieron la vida en los ataques aéreos del régimen contra un barrio controlado por los rebeldes y la carretera de Castello, precisó el OSDH.